El cáncer de ovario es tres veces más letal que el cáncer de mama ya que se diagnostica en etapas muy avanzadas, cuando las probabilidades de sobrevivir son pocas…
Una de las principales causas de la letalidad del cáncer de ovarios es que su diagnóstico es sumamente complicado debido a que los síntomas se confunden con otros padecimientos como la endometriosis, por lo que, el 70% de los casos detectados en México se hacen a destiempo.
Factores de riesgo para desarrollar cáncer de ovarios
Los médicos especialistas han revelado cuáles son las principales causas del cáncer de ovarios, además, hay algunos factores previos que pueden detonar en la aparición de tumores malignos en la zona pélvica y abdominal, tales como:
- Consumo de alcohol y tabaco
- Obesidad
- Antecedentes genéticos
- No haber estado embarazada nunca
Desafortunadamente, este tipo de cáncer sumamente letal, es conocido como el asesino silencioso ya que, quien lo desarrolla puede no presentar ningún síntoma sino hasta que ya se encuentra en etapas avanzadas.
Causas reales del cáncer de ovarios
- Mutaciones genéticas: las mutaciones hereditarias en genes como BRCA1 y BRCA2 aumentan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de ovario.
- Edad: El riesgo de cáncer de ovario aumenta con la edad, y la mayor incidencia se produce en mujeres mayores de 50 años, aunque se tiene registro de que este tipo de cáncer se presenta desde los 30 hasta los 60 años.
- Historia reproductiva: Factores como nunca haber estado embarazada, inicio temprano de la menstruación y menopausia tardía pueden aumentar el riesgo de cáncer de ovario.
- Factores hormonales: afecciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y la endometriosis pueden aumentar el riesgo de cáncer de ovario.
Síntomas del cáncer de ovario
Algunos de los síntomas más recurrentes y que constantemente se confunden con otros padecimientos son:
- Ganas repentinas o frecuentes de orinar
- Sensación de presión en la zona abdominal
- Hinchazón o dolor en la región pélvica o abdominal
- Dificultad para comer o sensación de saciedad rápidamente
- Sensación de un bulto en la parte inferior del abdomen
- Problemas digestivos como hinchazón, estreñimiento o gases
- Pérdida o aumento de peso repentino e inexplicable