“Me siento bien pero… Me siento mal”: Hablamos un poco sobre la ansiedad

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Durante muchos años se pensó que hacer terapia era cosa de locos o algo que nos debería avergonzar. Aunque afortunadamente esto ha cambiado, si lo sigues viendo como un gasto innecesario te diremos por qué será la mejor inversión de tu vida.

Nuestros comportamientos aprendidos en la infancia nos formaron como adultos. Con frecuencia estos patrones necesitan ser analizados y alterados. No hay nada mejor que saber quiénes somos en realidad, sobre todo cuando descubres lo que puedes lograr si dejas atrás lo negativo de tu pasado. Te damos ocho razones para considerarlo:

Ámate y acéptate

Para la mayoría es más fácil hacer una lista de lo que está mal en su vida. Tendemos a juzgar nuestra apariencia física, lo que sentimos y cómo actuamos.

No amarte puede llevarte a situaciones difíciles de salir: afecta tu potencial, lastima tu autoestima y pierdes confianza en ti misma. En casos más complicados, una situación pequeña puede volverse incontrolable. La terapia te ayuda a abordar estos temas y encontrar un lugar de aceptación y equilibrio, guiándote para encontrar la razón por la que te sientes así. Tendrás un crecimiento personal con me- joras en ciertas áreas de tu vida y descubrirás que eres maravillosa como eres.

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Controla tu ansiedad

No solo es un vampiro que chupa energía, sino que es extremadamente duro vivir cuando la ansiedad apare- ce en los momentos más inconvenientes. Si no se trata puede ser incapacitante y llevar al aislamiento social, la abstinencia o la depresión. Una vez más, la terapia para la ansiedad puede ayudarte a descubrir de dónde proviene la sensación de inquietud o miedo y ayudarte a poner en práctica estrategias y técnicas de afrontamiento para combatirla. Con tiempo y perseverancia aprenderás a identificar aquellas situaciones que desatan tu ansiedad, lo que desencadena en ti un ataque de pánico. Y, sobre todo, será tu médico quien decida si, además de acudir semanalmente, necesitas un medicamento.

Rompe patrones

¿Tienes relaciones que te gustaría mejorar? Tal vez tengas una forma recurrente de tratar con el dinero, tu salud o las personas. La superación personal en cualquiera de estas áreas requiere cambios. Si lo que estás haciendo en este momento no te está dando los resultados que necesitas, entonces es posible que un cambio te favorezca. La terapia puede hacerte comprender de dónde provienen tus patrones y comportamientos, y descubrir las razones por las que te sientes obligada a repetirlos. En su libro Eres una chingona haciendo dinero, Jen Sincero narra en uno de los capítulos cómo descubrió que le tenía miedo al dinero porque no quería que su papá se sintiera menos necesitado si ella dejaba de acudir a él para tener abundancia. Estos momentos de revelación son fundamentales para lograr un cambio positivo y ver diferencias en tu vida.

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Ahuyenta los fantasmas

Quienes han experimentado incidentes traumáticos viven por años sin reconocer su trauma. Lo im- portante es que te tomes el tiempo para reconocer que algo te ha sucedido y saber que está bien hablar de ello. Eres digna de terapia y mereces encontrar tu paz interior. Algunas de las causas comunes para sufrir estrés postraumático son: robo, violación, violencia de género, discriminación, terrorismo, accidente automovilístico y desastres naturales. Si has tenido flashbacks o pesadillas de la situación, y sientes que te paraliza física y mentalmente, necesitas ayuda.

No al insomnio

De muchas maneras tus patrones de sueño son interrumpidos por tu salud mental. El sueño –o la falta del mismo– puede afectar el estado de ánimo, la energía y salud en general. La medicación para dormir no siempre es una buena opción y es un último recurso para muchos. De acuerdo al sitio oficial de Harvard Medical School, la Terapia Cognitiva Conductual te ayuda a establecer hábitos más saludables durante el día y ajustar tus patrones de sueño. Uno de los ejercicios más comunes es llevar un diario de sueño y detallar en qué momentos del día te sientes fuerte o agotada.

Aléjate de la depresión

Si luchas por disfrutar tu vida, no estás satisfecha con las cosas que una vez te emocionaron y te sientes impotente o sola, hablar con un especialista es un excelente comienzo para acabar con todo esto, especialmente si tienes pensamientos de suicidio. La terapia será una buena base sólida para que resuelvas lo que te llevó a este estado y encuentres alegría en la vida una vez más. No te rindas, el cambio es pesado y el proceso no será sencillo, pero saldrás adelante. No cometas el error de pensar que puedes hacerlo todo sola. Buscar ayuda especializada y tener una red de apoyo no te debilita, al contrario: ¡te hace más fuerte!

¿Me oyen, me escuchan?

No todo tiene que ser un conflicto, tal vez solo necesitas un oído imparcial. Hablar con un psicólogo ayuda a sobrellevar el estrés, aprender técnicas preventivas y lidiar con tus problemas cotidianos. No tienes que sufrir de ansiedad o depresión para buscar terapia, es posible que solo desees que alguien escuche cómo te sientes con respecto a un miembro de tu familia o simplemente cómo lidiar con una persona difícil de tu trabajo. La terapia es un espacio para que aprendas sobre ti misma, crezcas y te sientas capacitada al tomarte un tiempo para amarte. Normalmente dura 50 minutos y está dedicado a ti, es un espacio seguro para que puedas hablar de cualquier cosa. El crecimiento ocurre junto a tu terapeuta, al igual que el cambio, y todas esas conversaciones pueden conseguir que descubras inesperados caminos para desbloquear un nivel y ser la mejor versión de ti misma. #YouGlowGirl.

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