¿Matamos a cupido?

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¿Qué es Ghosting? ‘Swipear’. ‘Hacer Match’. ‘Fantasmear’. Las citas digitales han transformado la forma en que encontramos el amor. Sin embargo, como sugiere una nueva investigación, está afectando nuestra capacidad para coquetear, una escritora descubre que de cualquier manera es complicado. Hola, ¿cómo estás? Es una frase muy simple, hasta qué necesitas usarla. Son más o menos las 9:30pm en sábado, salimos a festejar el cumpleaños de mi mejor amigo, estoy parada junto a un hombre de hombros anchos, parecido a Fassbender. Me mira. Así que hago lo que todo millennial, socialmente rara que se respete haría: saco mi teléfono. Para cuando terminó de revisar Tinder, él se ha ido y me he quedado sola con una línea nauseabunda de Adam, el emprendedor en zapatos casuales que acaricia tigres y al que accidentalmente le di ‘Súper Like’. Pago por mi trago, me lo termino y listo. Esto es el ciclo de las citas del 2018. Un lugar en donde las fotos de penes son las nuevas cartas de amor, un pequeño botoncito azul tiene el poder de enviarte por una espiral de vergüenza de tres días y, cada vez que estás a punto de realizar una conexión real, una alerta te recuerda que algo mejor puede estar a solo un par de clicks de distancia. Un mundo en el que en 2016, luego de terminar una relación de ocho años, me sumergí con el mismo entusiasmo de un niño saltando en una alberca de pelotas. Cuando se trata de amor, soy una optimista. Sin embargo, 18 meses en el mundo de las citas tienen el poder de iniciar el fuego del cinismo hasta en los más convencidos de ver el vaso medio lleno y no solo por las selfies genitales. El aspecto de esta escena que más me preocupa: una reciente investigación, realizada por la app de citas Happn, encontró que una tercera parte de los participantes (por si mismos) no saben cómo coquetear. Y si tomamos en cuenta mis muy breves encuentros en los bares, no puedo decir que me sorprenda (ni que soy la excepción a la regla). Coquetear. La habilidad de hacerle saber a alguien que te gusta debería ser una de las herramientas básicas a mi disposición. Si esta herramienta se oxidó, aunque tengo más confianza que nunca, en cuerpo y mente, debo saber el porqué. ¿El panorama digital acabó con el mundo de las citas como lo conocíamos? ¿Acaso nuestros pulgares ‘swipeadores’ fueron los encargados de hacerle firmar a Cupido su renuncia?

Error en el servidor

En busca de respuestas, llamé a la doctora Helen Fisher, pionera en antropología biológica, quien dirigió un estudio en el cual se escaneó, mediante imágenes de resonancia magnética funcional, el cerebro de las personas enamoradas para descifrar qué ocurre en nuestra materia gris cuando le entregamos nuestro corazón a alguien. “El sistema cerebral que controla el romance y el amor se encuentra más abajo que el córtex y las regiones límbicas vinculadas con las emociones; emana de la base del cerebro, en regiones vinculadas con la motivación, el deseo y la obsesión”. Hasta ahora, muy a lo Atracción Fatal. Pero, ¿qué hay de mi pregunta? “Está cerca de las áreas que controlan el hambre y la sed y, al igual que estas, es un mecanismo de supervivencia. El impulso romántico te permite enfocar tu energía en una persona, con el fin de aparearte. Es un proceso primario que no ha cambiado en miles de años”. Ella indica que nuestro hardware para encontrar amor es profundo, ancestral y poderoso. “No hay manera de que podamos acabar con él. Las aplicaciones de citas no están cambiando el mecanismo. Son una nueva forma de hacer la misma cosa.” Terminé nuestra llamada reafirmando que las citas digitales no han estropeado por completo mi habilidad de tener una conexión romántica. Sin embargo, las cosas han cambiado. La última vez que estuve soltera fue en 2009, en ese entonces, un acercamiento de ligue consistía en que se me acercaran en un bar para pedirme el PIN de mi BlackBerry. El panorama social de las citas está cambiando y, junto con él, nuestro comportamiento. Con ustedes Tinder -y todas las aplicaciones que han tratado de imitarlo desde su lanzamiento en 2012. Cuando los invito a la mesa quejándose sobre los gin-tonics y las bolsas de mujer, recibo un bombardeo. Se trata de mi amiga Lizzy preguntándome ¿en qué estoy pensando? “Me parecía dulce que los hombres se acercaran para hablarme. Sin embargo, hoy en día me parece raro. Siento que me sorprenden desprevenida, como si mi espacio estuviera siendo invadido. Pensamos que las aplicaciones nos han abierto un montón de nuevas oportunidades, pero, de hecho, han creado bloqueos en nuestra vida.”

Se requiere sincronización

Más o menos a las 6pm del día siguiente, mi cruda ha alcanzado una etapa de reflexión existencial y tengo que poner en pausa mi sesión de Tinder para pensar en lo que he aprendido. Sí, nuestro enrarecido panorama de citas puede no estar apagando el amor cuando lo llegamos a encontrar, pero estoy convencida de que ha cambiado la manera en la que abordamos la búsqueda. Le compartí esta inquietud a la doctora Anna Machin, antropóloga evolutiva en la Universidad de Oxford. “En la actualidad, las citas se llevan a cabo a distancia y nosotros simplemente no hemos evolucionado para conocer a una pareja de ese modo,” explica. ¿Recuerdas esa sensación que tienes cuando te encuentras una cara bonita en Tinder? Esta se debe a la liberación del neurotransmisor llamado dopamina. Pero no se compara en nada con la reacción química que se desata en tu cuerpo y cerebro cuando te encuentras en algún lado con esa persona. “Obtienes un golpe de dos neuroquímicos. Primero, oxitocina, la cual apaga el centro del miedo del cerebro, volviéndote más desinhibida.” explica la doctora Machin. “Después, dopamina, la cual te brinda la motivación para, de hecho, caminar hacia él.” La sensación inducida por la versión digital no solo es menos potente, en comparación con la sensación provocada por la vida real, sino que también es menos útil. Esto debido a algo llamado histocompatibilidad. “Esto es cómo evalúas de manera inconsciente qué tan buena pareja es, analizando qué tan diferentes son sus genes a los tuyos, gracias a un grupo de proteínas celulares llamado complejo mayor de histocompatibilidad,” explica la doctora Machin. Y para oler si una persona es una pareja potencial, necesitas estar frente a frente. “Mientras más diversos sean los genes, más fuerte será el sistema inmunológico de su descendencia y más atractiva te parecerá esa persona.” De hecho, todos tus sentidos juegan un papel. “Tus ojos detectan el lenguaje corporal y simetría para evaluar su potencial genético y virilidad; cuando te ríes con él, tu cuerpo se inunda de betaendorfinas, un potente químico vinculante, lo que te vuelve más proclive a iniciar una relación; de hecho existe la teoría de que nos besamos para probar la compatibilidad de nuestra pareja.” Así que necesitas estar cara a cara con una potencial pareja para ser la máquina de emparejamiento, altamente efectiva, que tu cuerpo quiere que seas. Y, aún así, nos han dicho en repetidas ocasiones que las plataformas de citas se basan en la ciencia. Por ejemplo, los posters de eHarmony en el metro de Londres. “Nuestro sistema de emparejamiento, científicamente comprobado, descifra los misterios de la compatibilidad y la química entre personas para que tú no tengas que hacerlo”. Una gran promesa. Demasiado grande, según los estándares reguladores de publicidad del Reino Unido, en donde los han acusado de utilizar “publicidad engañosa”. “No puedes equiparar el amor a un algoritmo”, asegura la doctora Machin. “Al menos no con un algoritmo de similitud, que son los que usan estas aplicaciones. La similitud es uno de los peores indicadores de compatibilidad.” Ella critica el ‘enfoque de formulario’, del cual sé que soy culpable. Yo evalúo perfiles dentro de las opciones que un formulario arrojó. Universidades dentro del Russell Group, simpatizante de políticas de centro-izquierda, 1.80 mts, buena estructura ósea, que sepa escribir bien… alerta de spoiler: así no funciona el amor. “Los sitios de citas nos hacen creer que al cumplir con las especificaciones de nuestros formularios, la felicidad y el éxito de la relación están garantizados. Sin embargo, la investigación muestra que en un gran número de relaciones exitosas, uno de los integrantes no coincidió con el formulario de su pareja,” explica la doctora Machin. “Los supuestos ‘no negociables’ no existen cuando hay química”.

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La cultura del ‘swipe’ puede ser defectuosa, pero indudablemente ha ampliado las opciones -incrementando la probabilidad de que encuentres pareja en un 17%, según científicos de la Universidad de Bath. Ahora, se estima que una de cada siete personas terminan en una relación con alguien que jamás hubieran conocido de no ser por las aplicaciones de citas. En este sentido, ¿podrían ser Tinder (y todas las demás) buenas para tener citas? Para aclarar este punto, permíteme contarte una historia de amor. Jane, de 37 años, directora de marketing en Surrey, decidió empezar a usar Tinder, luego de que una relación de tres años -que inició de manera tradicional en un bar- no funcionó. Agotada, luego de una experiencia previa en un sitio de citas que usaba un algoritmo basado en formularios, sus expectativas eran bajas. “Siempre terminaba con hombres como yo: con un título universitario y gusto por el teatro,” explica. “Nos mensajeamos durante semanas antes de vernos y, cuando por fin nos encontrábamos, no había chispa.” Después, encontró en Tinder a Steve. Le gustó. Swipeó a la derecha. Hicieron match. Luego de algunos mensajes, él la invitó por un trago. Ella supo de inmediato que le gustaba. Tres años después, están comprometidos, tienen una casa, un perro y esperan un bebé. “Nuestros caminos nunca se hubieran cruzado de otro modo. Pasé mis 20s enfocada en mi carrera, mientras él trabajaba en una tienda de deportes,” agrega. Jane admite que la situación laboral de Steve, sumada a su estatus de divorciado, lo hubieran descartado en un sitio de citas tradicional. Las nuevas aplicaciones reducen las opciones eliminando el sesgo del formulario y al mismo tiempo, limitan aún más mediante la ubicación. Esto, al parecer, es lo mejor. “Menos información puede ayudar,” agrega la doctora Machin. “Te permite evaluar automáticamente a alguien solo con lo que ves. Parecido un poco a la vida real.” La doctora Fisher cree que la velocidad con la que swipeas también trabaja a tu favor. “Mientras la gente pasa semanas mandándose mensajes en los sitios de citas tradicionales, los usuarios de Tinder tienden a encontrarse luego de seis días,” explica. “Esto es importante debido a que conocerse rápidamente te permite evaluar si te gusta o no y, en caso negativo, puedes empezar a buscar alternativas de inmediato.”

Cara a cara

Esto puede sonar repetitivo: reúnanse rápido. Las horas que el trabajo y la familia no te reclaman son tu recurso más preciado. Esto es lo que sugiere Joanna Coles, autora de Love Rules: How To Find A Real Relationship In A Digital World. “Tu tiempo es demasiado importante como para desperdiciarlo, y la búsqueda de la persona con la que quieres estar es demasiado excitante como para dejárselo a la suerte -o a una aplicación. Las herramientas son muy útiles pero no te encontrarán a la persona que estás buscando. Solo tú puedes hacer eso.” Ser proactiva significa que, de hecho, tienes que reunirte con él -y rápido. La investigación sugiere que un soltero promedio solo tiene dos citas al mes. Esto preocupa a Coles. “Es muy fácil enamorarte de una voz digital. No obtienes una impresión clara de él -no puedes escuchar si mantiene contacto visual o si sus ingeniosas respuestas se las está sugiriendo un amigo.” Ella apunta al trabajo realizado por la cyberpsicóloga, Mary Aiken, quien señala que hay cuatro individuos en una relación digital: dos defectuosos e impredecibles humanos y sus dos perfeccionadas identidades digitales. “El amor no es una fuerza mística,” añade la doctora Fisher. “Es un sistema cerebral. Y sabemos que mientras más logres conocer a alguien, más te gustará.” Evita los perfiles perfectos y las herramientas que necesitas estarán ahí, si tienes el valor para usarlas. Sin importar lo bueno que sea tu manejo digital, nada es tan efectivo -ni tan divertido- como el mundo real. No puedo evaluar si alguien es el adecuado para mí con un ojo en Netflix y el otro en sus historias de Instagram. En cambio, sí podría hacerlo si salgo a caminar con él, a tomar un café y sí, en un bar, en donde puedo dejar que mi altamente efectivo instinto animal haga lo suyo. Ahora, repite después de mí: ‘Hola, ¿cómo estás?’

Love Rules: How To Find A Real Relationship In A Digital World está disponible en Amazon.

La guía de citas de la mujer inteligente Joanna Coles, directora de contenido de Hearst, miembro del consejo de administración de Snapchat y autora de Love Rules, te da sus mejores consejos para que encuentres el amor esté 2018. Trata tu vida amorosa como tu carrera “Nos gusta pensar que conoceremos a alguien y simplemente ‘sabremos’ que es la persona adecuada. Para muchos de nosotros, no pasará así. No dejarías tu carrera profesional a la suerte. Encontrar una relación adecuada significa poner atención a con quién sales y cómo te hace sentir.” Disminuye la presión “El hecho de que existan aplicaciones como Tinder significa que nunca ha sido fácil conseguir una cita. Toma ventaja de esto y agenda varias citas a la vez (obvio, no al mismo tiempo). Si necesitas disminuir la presión, recuerda que incluso si una cita no trasciende, estás expandiendo tu red de contactos”. Stalkea impunemente “Creemos que mandar entre 250 y 1000 mensajes es un sustituto de una reunión cara a cara. No lo es. La conversación online puede no reflejar el tipo de persona que es. Es fácil encontrarse con tipos falsos en línea, así que realiza referencias cruzadas en Facebook y busca a los amigos que tienen en común.” No te azotes buscando una pareja “A mucha gente, el querer estar en una relación, le parece de algún modo medio retro. Claro, no es la única manera de tener una vida feliz, pero las relaciones son una de las mayores alegrías en la vida y está bien querer eso.” Aprende de los mejores “Busca modelos a seguir en las relaciones: parejas cuya relación admires. Pregúntales ¿cómo han logrado para tener toda la vida juntos? ¿Sí hubo momentos en que pensaron que no lo lograrían? Entender los momentos complicados de los demás, hará que te den menos miedo los tuyos.

Por Roisín Dervish o’Kane / Traducción: Antonio Talamantes

Photo by Benjaminrobyn Jespersen

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