La seguridad es un gran problema.
Como tal, cada vez surgen más preguntas sobre el momento y el lugar apropiados para fumar un porro. Y esas preguntas inminentes se aplican a todos, incluidas las mamás y las futuras mamás. Después de todo, si algunos expertos ahora dicen que es aceptable tomar ocasionalmente una copa de vino durante el embarazo y la lactancia, ¿lo mismo ocurre con la marihuana?
En resumen: NO. Si bien no hay muchos datos que muestren cuántas madres que amamantan también fuman hierba, hay investigaciones que demuestran que las mujeres embarazadas están fumando hierba cada vez en mayor cantidad. En una investigación recientemente publicada en JAMA, la tasa de madres embarazadas que fumaban marihuana aumentó de 2.4 a 3.9 por ciento entre 2002 y 2014. (Es importante señalar que los datos se basaron en mujeres que informaron su propio uso, por lo que en realidad , las cifras pueden ser incluso mayores.)
El estudio señala que esto puede ser problemático ya que la marihuana prenatal puede afectar el crecimiento fetal y el neurodesarrollo. Además, estas mujeres probablemente continúen con su hábito después del embarazo, dice Lauren Jansson, M.D., profesora asociada de pediatría de la Facultad de medicina de la Universidad Johns Hopkins, que se especializa en investigación sobre el abuso de drogas.
Otro factor: es menos probable que las mujeres simplemente estén adquiriendo un hábito recreativo de fumar hierba después del parto, o que se pongan High una vez más con su bebé a lado. Más bien, puede haber un problema de dependencia en juego. “Una de cada cinco mujeres que consumen marihuana durante el embarazo es probable que tengan un trastorno por consumo de cannabis”, agrega, que se define clínicamente como un patrón problemático de consumo de cannabis que conduce a un deterioro o angustia clínicamente significativos. Eso también puede estar asociado con casos más elevados de problemas psiquiátricos, que pueden comprometer aún más la capacidad de la madre para cuidar al bebé.
