Si próximamente tienes una carrera importante, no dejes que nada se atraviese en tu camino hacia la meta. Llega preparada y sin ningún contratiempo
Investiga antes de correr
Revisa el material relacionado con la carrea; si sabes de antemano dónde podrás dejar tus pertenencias la mañana de la carrera, en qué kilómetros habrá abastecimientos de agua y dónde estarán las pendientes de la ruta, te sentirás preparada y relajada.
No cambies de ropa
Lo viejo conocido que te funcionó en tus entrenamientos es tu mejor aliado para evitar problemas como: rozaduras, ampollas o hasta problemas gastrointestinales.
Elige tu ritmo
Acércate a personas que corran a una velocidad similar a la tuya. Esto te va a ayudar a seguir en tu ritmo y a disfrutar de la compañía.
Controla a tu ?liebre? interior
Empezar demasiado rápido es lo peor que puedes hacer, pues te deja sin suficiente combustible como para acabar con fuerza. Intenta desacelerarte conscientemente.
Ten en cuenta tu tiempo
Si la carrera se mide con chip (te pusieron un pequeño aparatito electrónico pegado a tu número de competidor o atado a una de las agujetas), conocerás tu tiempo neto: cuánto te tardaste en ir de la salida a la meta.
No te detengas
No te detengas súbitamente en la primera mesa de hidratación: provocaras que se amontone la gente detrás de ti y, además, tus tejidos se pondrán duros. En lugar de eso, corre hacia la segunda o tercera mesa.
Camina de más
Camina lentamente para ayudar a que tu ritmo cardiaco y flujo sanguíneo se regulen mientras te recargas y te emocionas con lo que acabas de lograr.