Las relaciones han cambiado y con ellas las razones para divorciarse, así como la actitud frente al hecho de continuar sin esa persona que algún día elegimos como compañero de vida, así son las cosas ahora. Texto por Diana Matozo Por fortuna, la epístola de Melchor Ocampo está en desuso y, al parecer, los matrimonios que duraban mucho tiempo se dieron con ella. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del año 2000 al 2015 los divorcios subieron un 136% y es que ahora las parejas ya no se quedan a sufrir al lado del otro y todos hemos aceptado poco a poco que el “hasta que la muerte nos separe” no tiene que ser una regla, el divorcio dejó de ser visto como un estigma, ahora se considera un acto de valentía y el inicio de una nueva etapa. ¿POR QUÉ SE DIVORCIAN LAS PAREJAS? De acuerdo con las estadísticas del gobierno mexicano, algunas de las razones para terminar un matrimonio fueron: Decisión de ambos Ya no es necesaria una razón, basta con desear disolver el vínculo. Abandono del hogar Que la pareja se vaya de manera injustificada por más de seis meses. Violencia intrafamiliar Las agresiones y todo tipo de maltrato, ya sea verbal, físico o incluso psicológico. Adulterio o infidelidad sexual Que alguno de los cónyuges haya tenido o mantenga relaciones íntimas con alguien más. Según el Código Civil en materia de Divorcio, éste ya puede ser una solicitud y no es necesaria una causa, basta con el deseo, aun cuando sólo provenga de una de las partes, de no continuar con el vínculo. Relacionado: “13 historias de rompimientos amorosos del terror” ¡DE PELÍCULA! ¿Por qué nuestros abuelo duraron tanto tiempo juntos? Quizá la respuesta es que en aquellos tiempos el divorcio no sólo era mal visto sino que además era sinónimo de fracaso. Hombres y mujeres crecieron con roles bien definidos y las opciones eran nulas: él era el proveedor y ella la encargada del hogar, de cuidar a los hijos y no quedaba de otra más que tolerar todo tipo de desplantes por parte del sujeto. Tal vez recuerdes aquellas películas de la época de oro del cine mexicano en las que Marga López interpretaba a la esposa sumisa que lloraba desconsoladamente ante las infidelidades del marido; al final, después de hacerla vivir un auténtico calvario, él decía estar arrepentido por el daño y ella lo esperaba de vuelta con los brazos abiertos sin reclamo alguno... así de fácil y de sencillo. Sí que hemos cambiado. Relacionado: “Romper tu compromiso puede ser algo bueno” EL DOLOR PASARÁ 24 meses y... ¡listo! Aunque influyen muchos aspectos y cada persona vive el dolor con diferente intensidad, para superar una ruptura amorosa se requieren de 6 meses a 2 años, así lo asegura un estudio llevado a cabo por la Universidad de Binghamton en Nueva York y la University College London. Y aunque ciertamente hay quienes nunca logran sobreponerse a una separación amorosa, los expertos afirman que, en teoría, no se necesitan más de 24 meses para darle vuelta a la página, ¡comprobado! Si nunca te habías sentido tan devastad@, imaginas que te quedarás a sufrir eternamente o estás pensando en salir corriendo a buscar una nueva pareja, toma nota de esto: Las mujeres sufrimos más pero de acuerdo con una investigación publicada en la revista Evolutionary Behavioural Sciences, señala que a pesar de que las mujeres padecen un mayor impacto emocional y físico, se recuperan más rápido. Los hombres buscan otra pareja y comienzan una relación heridos por la ruptura; quizá no se vean afectados de inmediato, pero sufren al entender que la pérdida es irreversible, concluye Craig Morris de la Universidad de Binghampton. Relacionado: “3 señales que tu pareja tiene una aventura emocional” FASES DE LA RUPTURA Y aunque los expertos son optimistas respecto a que tarde o temprano la mayoría de las personas terminan superando un truene e incluso emparejándose de nuevo, lo cierto es que la mencionada investigación indica que hombres y mujeres que atraviesan por un divorcio o una ruptura amorosa, antes de sentirse totalmente recuperados viven las siguientes 6 fases: ¿Y ahora qué? Podrías sentir desconcierto o pánico al verte sola, y con miles de cuestionamientos con respecto a tu economía, tus hijos y tu rutina en general. Quizá no tengas apetito y presentes dificultad para conciliar el sueño, por ejemplo. Ay dolor! Una tristeza profunda se apodera de ti y comienzas a ver claramente la realidad: la relación acabó. Era de esperarse! Entras en periodo de reflexión, haces un recuento de lo que estuvo mal por parte de ambos, a fin de entender el porqué de la separación. Ok, se acabó. Comienzas con la asimilación y a ver que hay vida más allá de tu ex (lo notas claramente en tus amigos divorciados que ya tienen pareja y están bien) consideras ir otra vez al gym, inscribirte en algún curso o estudiar una carrera en línea. ¿A qué hora nos vemos? Ya tienes ganas de socializar, dejas de rechazar las invitaciones de tus amigos y empiezas a salir. poco a poco. ¡Sí se puede! Te invade una sensación de que es posible comenzar otra vez con alguien más. Relacionado: “Citas de acuerdo a tu personalidad” ¿SEGUIR O NO SEGUIR? Aunque muchos estudios aseguran que las personas casadas tienen una mejor calidad de vida y viven más, lo cierto es que hay una condición para ello: que sean felices y se trate de una convivencia sana y amorosa. Pepper Schwartz, profesora de Sociología de la Universidad de Washington (EE. UU.) y experta en relaciones familiares en la edad adulta, señala que el bienestar es primordial, y aunque muchos matrimonios no son terribles, tampoco son satisfactorios, ni cariñosos ni viven enamorados. Es por eso que cuando las parejas están alrededor de los 50 años de edad y tienen una relación con estos vacíos, comienzan a preguntarse si en verdad desean otros 30 años así, la experta señala que la respuesta es, cada vez con más frecuencia: no, muchas gracias. Sin embargo, una de las causas que llevan a un matrimonio que no está bien a seguir juntos, es el impacto que un divorcio pueda causar en los hijos, en especial si son menores de edad, indica Pilar Conde, psicóloga y di- rectora técnica de Clínicas Origen (España). Si se lleva a cuestas una infelicidad marital, cuyo freno para la separación son los niños, una vez que éstos sean mayores, el desenlace con seguridad será el divorcio. No todo tiene que ser lágrimas y sufrimiento, hay quienes lo toman con filosofía y como una oportunidad para un nuevo comienzo. Tal es el caso de los matrimonios que recurren a Divorce Hotel, una propuesta que nació en Holanda y se ha exportado ya a algunas ciudades de Estados Unidos. Su creador es Jim Halfens, quien ideó una nueva forma de enfrentar un divorcio. Este servicio exprés se realiza en un hotel, con todas las comodidades de un 5 estrellas: hay pa- seos en bicicleta, lindos paisajes... pero también abogados especializados, asesores contables y agentes inmobiliarios. En un fin de semana, y de la manera más civilizada posible, las parejas acuerdan los detalles de su separación. La llega- da es en viernes y para el domingo se estarían firmando los papeles. La despedida es a gusto de los clientes: un apretón de manos, un último beso o incluso una breve ceremonia, ¡nada de dramas!, todo termina tan bien como empezó. Relacionado: "¿Cuánto tardan en casarse las parejas?”
