Esta pareja se vio obligada a pasar la cuarentena en un hotel de lujo en las Maldivas

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¿Sueño hecho realidad o pesadilla?

La pareja sudafricana había planeado hospedarse durante una semana en un resort de lujo en las Islas Maldivas por celebración de su luna de miel, un país tropical en el océano Índico. Parecía el plan perfecto, hasta que la cuarentena por coronavirus los obligó a permanecer más tiempo de lo que tenían pensado.

Oliva, de 27 años y Raúl, de 28 años se habían asegurado de preguntar a su agente de viajes si habría algún problema debido a la crisis sanitaria global. La agencia se aseguró de calmarlos y motivarlos a seguir con su esperado viaje.

Los problemas comienzan

Días después de haber llegado a la isla paradisíaca, recibieron el aviso de que los aeropuertos de su país estarían cerrados para la medianoche del día siguiente y hasta el 16 de abril. También les recomendaba el Consulado de Sudáfrica rentar un avión junto con los otros 40 sudafricanos repartidos entre las islas con un costo de 104,000 dólares, que dividiéndolo les hubiera salido en 2,600 dólares.

Conseguir los vuelo con tanta rapidez parecía imposible, entre escalas y horarios no podrían regresar a tiempo, y rentar un avión entre todos parecía aún más descabellado.

También Maldivas estableció su propio cierre, así que una posible escapatoria a la capital del país en lancha ya no era opción y si salían del complejo hotelero, no podrían volver a entrar, convirtiéndose en los únicos huéspedes del Cinnamon Velifushi Maldives.

Viviendo como estrellas

El complejo turístico comprende la totalidad de la isla, así que no hay otro lugar a donde ir, por esto los trabajadores del Cinnamon Velifushi Maldives está a su total disposición, ya que ninguno ha podido abandonar la isla.

La pareja cuenta que debido a que son los únicos clientes que hay, tienen un camarero asignado, otro que les mantiene constante conversación, un séquito que les sigue constantemente y hasta otro que les llena el agua tras cada sorbo.

Pareciera el sueño de cualquiera de nosotras, pero el problema es que definitivamente todo el lujo y atenciones no les saldrá nada barato, pues cada día extra lo tendrán que pagar, más o menos unos 700 euros por noche.

De vuelta a la realidad

Oliva y Raúl aún siguen sin llegar a casa, pero cada vez están más cerca. El pasado domingo 5 de abril la embajada les aviso que hicieran sus maletas. Ahora se encuentran reunidos con otros sudafricanos de las Maldivas en otro centro turístico cinco estrellas.

Seguramente todas alguna vez hemos fantaseado con quedarnos atrapadas en una isla tropical, pero después de leer la historia ya no nos parece tan divertido.

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