En el número 31 de la rue Cambon, desfilaron en el Salón de Honor del Grand Palais presentando la colección haute couture de otoño invierno. Con la llegada de Matthieu Blazy a Chanel en otoño, vemos el inicio de una nueva era en la casa de alta costura. A pesar de esto, el final de la pasarela tenía que ser con la simbólica aparición del bridal dress. Varios shows han concluido con este momento ya que se ha convertido en una de las tradiciones más representativas de Chanel. Aquí te contamos un poco del inicio de ésta y cómo ha evolucionado con el tiempo.
¿Cómo comenzó la tradición?
Fue Lagerfeld quien institucionalizó la figura de la “Chanel bride” como cierre de su pasarela durante los años ochenta. Para él esta pieza demostraba la ávida experiencia y maestría que tenía la casa francesa en la creación de ropa. No era solo un vestido, concentraba lo mejor del trabajo que hacían los diseñadores en los bordados, técnica o volumen.
En su momento, quien portaba la pieza era una modelo emblemática o musa de Lagerfeld. Años más tarde vimos a personalidades como Cara Delevingne o Lily-Rose Depp portarlo, dándole frescura al concepto de “novia”.
Durante la etapa de Virginie Viard al mando, esta tradición ya no era característica por su dramatismo sino por lo íntimo y la sutileza. Mediante capas de tul suave y elementos más etéreos, Viard ofreció una faceta distinta de esta herencia.
Espigas doradas como inspiración
Todas las piezas tenían referencias muy marcadas sobre los inicios y la dirección creativa de ese momento. Desde la escenografía hasta las telas, como el famoso tweed que caracteriza a la marca y era una de las favoritas de Gabrielle Chanel. La esencia estaba presente en cada una de las piezas y definitivamente lo vimos reflejado en el último look.
La nostalgia parecía formar parte de los diseños y en este vestido de novia quedó más que clara. Con una estructura sencilla y recta, el bridal look está hecho de tul, perlas, un bordado impecable y pequeñas espigas doradas que fueron como un amuleto importante en la historia de la diseñadora. Además el velo parece que viajó al pasado por ser una pieza delicada, sin mucho ruido, con apenas algunos detalles alrededor que asemejan esa línea entre lo clásico y lo nuevo.
Un adiós vestido de blanco
Aunado a una nueva versión del icónico bridal look de Chanel, la casa de alta costura se despidió del ciclo actual con una creación que retrata la base del diseño que la diferencia de otras: lujo, detalles e incluso poesía en cada parte. Fue un homenaje que definitivamente puso en alto el legado de la marca.
La elección de un estilo sumamente sobrio y sofisticado, también denota que incluso en una despedida, Chanel lo hace con clase.