¿Eres víctima de la dependencia emocional? ¡Descúbrelo!

¿Eres víctima de la dependencia emocional? ¡Descúbrelo!

Ha llegado la hora de superar las barreras que no te dejan disfrutar tus relaciones personales, recuerda: ¡contigo misma basta y sobra!

Volcarse en una persona de manera excesiva es como tener una adicción y, por lo tanto, una gran restricción en tu vida: “Los apegos enfermizos afectan considerablemente a la autoestima, generando dependencia a nivel emocional. Esto puede ocurrir con cualquier tipo de persona, ya sea la pareja, algún integrante de la familia o un amigo cercano”, dice Rebeca Pancera, psicóloga especializada en autoestima y dependencia emocional. ¿Sientes que eres víctima del problema? Pon atención a las siguientes situaciones y al modo de escapar de ellas:

1. Antepones los deseos de los demás a los tuyos
¿Siempre acabas haciendo lo que no quieres por complacer a alguien? ¿Piensas que es tu deber sacrificar tu felicidad? ¡Cuidado! De acuerdo con la especialista, ésta es una señal que no hay que dejar pasar, explica que hay dependencia emocional si se está dispuesto a sufrir y hacer cosas que no se desea con tal de agradar a otro. Esto suele acompañarse por algún chantaje y también por sentimiento de culpa. A una persona dependiente, aunque no le guste actuar de esta forma, le es difícil dejar de hacerlo porque tiene miedo al rechazo o a no ser aceptado por un grupo social.

LA SOLUCIÓN: Primero, pregúntate si realmente quieres hacerlo o si es bueno para ti. Si la respuesta es “no”, usa tu fuerza de voluntad. Al principio te sentirás débil o te invadirá la culpa, pero poner este límite, a la larga te hará más fuerte y te dará seguridad. ¿Te cuesta mucho? Piensa en eso que no quieres hacer como una sustancia dañina que no te traerá nada bueno.

2. Crees que sin una persona en concreto no vales nada
¿Te ha pasado por la cabeza que sin tu novio, la vida no tendría sentido? ¡Abre los ojos! Depositar el amor propio en alguien más, es delicado, y aunque a todos nos gusta tener a alguien especial a nuestro lado, esto no debe influir en tu autoestima y en la capacidad de disfrutar otras facetas de la vida. Según la especialista, las personas dependientes no pueden estar solas. Se deprimen si esto ocurre.

LA SOLUCIÓN: Si crees que dependes de los demás para estar bien, tendrás que empezar a trabajar en estar contigo misma. ¿Por dónde empezar? Una buena manera de reencontrarte es ser aficionada a algo o bien, haciendo un viaje sola; eso te ayudará a descubrir cosas de ti que no conoces y te dará fuerza para demostrarte que sin compañía también puedes pasarla bien.

3. Tu máximo sería poder controlar la vida de alguien
Y para lograrlo eres una especie de detective privado que acecha a tus seres queridos en sus redes sociales, email o teléfono, pues quieres asegurarte de que no huirán de tu vida. La psicóloga dice que es una conducta típica invadir la privacidad de otro, por ejemplo, averiguando el password de su correo electrónico. Este patrón genera ansiedad porque el dependiente teme que lo dejen; además, suele aislarse del resto de sus amistades, pues sólo le interesa estar con esa persona en concreto o pasar el tiempo investigando lo que hace.

LA SOLUCIÓN: ¿Te has preguntado qué ganas con esta actitud? Investigar a otro sólo fomenta tu inseguridad. “Para dejar de hacerlo, usa la misma estrategia que cuando estás a dieta: aunque mueras por comerte un pastel de chocolate, si lo haces, después te sentirás pesada y culpable. En este caso, el postre equivale a cualquier actividad obsesiva, y al igual que en un régimen alimenticio, si logras aguantar, te sentirás muy orgullosa”, afirma Pancera.

También te puede gustar: