💍 Test: descubre si estás lista para pensar en matrimonio...

Casarse no es solo “el siguiente paso”, es un acto de amor consciente. Este test profundo te ayuda a mirar tu historia, tu presente y tus sueños para saber si estás lista para construir un “para siempre” realista, romántico y sano.

boda matrimonio pareja

pexels

Cómo usar este test

  • Responde pensando en tu relación actual (o en la que considerarías para casarte).
  • Puntúa cada afirmación: Nunca (0), A veces (1), Frecuente (2), Siempre (3).
  • Suma al final y revisa tu resultado. Este test no es diagnóstico, es una brújula para conversar y decidir con calma.

El test:

A) Amor propio y claridad personal

  1. Me siento bien estando sola y no necesito casarme para “completarme”.
    Por qué: el matrimonio suma, no salva.
  2. Tengo claro lo que quiero en esta etapa (proyectos, límites, estilo de vida).
    Por qué: sin brújula personal, el “nosotros” se desorienta.
  3. Sé regular mis emociones sin explotar ni huir.
    Por qué: el compromiso exige regulación, no perfección.
  4. Puedo pedir perdón y reparar sin orgullo.
    Por qué: amar también es reparar a tiempo.
  5. Disfruto mi identidad fuera de la relación (amigas, hobbies, metas).
    Por qué: autonomía = atractivo y salud del vínculo.

B) Salud de la relación (presente, no fantasía)

  1. Nos comunicamos con honestidad y sin castigos silenciosos.
  2. Podemos hablar de temas incómodos (dinero, pasado, límites, sexo).
  3. Resolvemos conflictos sin faltas de respeto.
  4. Ambos sostenemos el vínculo (yo no cargo sola con la relación).
  5. Me siento vista, elegida y segura (sin juegos de poder).

C) Visión de futuro y compatibilidades clave

  1. Tenemos expectativas claras sobre matrimonio: por qué, para qué, cómo.
  2. Hay conversación honesta sobre hijos (sí/no/cuándo) o proyecto de vida sin hijos.
  3. Alineamos valores centrales (fidelidad, espiritualidad, familia, ética).
  4. Aceptamos las familias del otro con límites sanos.
  5. Coincidimos en el estilo de vida deseado (ciudad, prioridades, ritmo).

D) Dinero y logística (la parte nada sexy… Pero crucial)

  1. Hablamos de dinero sin vergüenza: deudas, ahorro, sueldos.
    Por qué: transparencia financiera previene guerras frías.
  2. Tenemos plan de administración (cuentas, gastos, metas).
  3. Entendemos cómo afectan nuestras carreras al hogar (tiempos, viajes).
  4. Podemos negociar roles domésticos sin resentimiento.
  5. Estamos dispuestos a pedir ayuda (asesoría financiera/terapia) si es necesario.

E) Intimidad, sexualidad y afecto

  1. Nuestro deseo y lenguaje del amor se escuchan y se cuidan.
  2. Podemos hablar de lo que nos gusta, lo que nos hiere y lo que queremos.
  3. La ternura diaria existe (gestos, humor, cuidado).
  4. Sabemos atravesar etapas bajas de deseo sin dramatizar ni culpar.
  5. Hay admiración mutua: el deseo también nace del respeto.
  6. Tenemos la madurez como para hablar de temas de sexualidad y establecer acuerdos.
  7. Ninguno de nosotros tiene issues o temas no resueltos con la sexualidad (adicciones, pornografía, enfermedades no atendidas,traumas no atendidos, etc)

F) Resiliencia y resolución de problemas

  1. Tenemos estrategias para cuando discutimos (pausas, pedir tiempo, volver).
  2. No amenazamos con terminar ante cada conflicto.
  3. Hemos resuelto juntos al menos un reto grande (dinero, salud, distancia).
  4. Podemos pedir apoyo profesional sin tabú.
  5. Elegirnos se siente ligero la mayor parte del tiempo (más paz que ansiedad).

Resultados

  • 70–90 puntos | Listísima para pensar en matrimonio (con pies y corazón).
    Tienes claridad personal, comunicación madura y compatibilidades clave. Aterriza lo práctico: finanzas, logística y expectativas. Planeen un calendario de conversaciones (dinero, vivienda, familia) y un acuerdo de cuidado mutuo (cómo se apoyan en estrés).
  • 45–69 puntos | Muy buen camino, pero aún hay conversaciones pendientes.
    Hay amor y base sólida, pero detectas “zonas borrosas” (dinero, roles, sexualidad, familias). Tomen 4–6 semanas para abordar un tema por semana, y si se atoran, terapia de pareja breve. Mejor ajustar ahora que lamentarlo después.
  • 0–44 puntos | Pausa consciente: primero consoliden la relación.
    No es un “no”, es un todavía no. Falta claridad personal o herramientas de resolución. Enfóquense 3–6 meses en:
  1. Comunicación no violenta,
  2. Acuerdos financieros básicos,
  3. Rutinas de conexión (citas sin pantallas, check-in emocional).
    Si hay faltas de respeto o inestabilidad crónica, prioriza tu paz antes que el anillo.

Green Flags (lo que sí indica madurez de “para siempre”)

  • Se piden perdón y reparan pronto.
  • Hay planeación realista (presupuesto, hogar, proyecto de vida).
  • El “nosotros” no devora al “yo”.
  • En las crisis, son equipo (no rivales).
  • El amor se siente como libertad acompañada, no como vigilancia.

Red Flags (freno de mano antes de decir “sí”)

  • Celos/control, descalificación, humillaciones o silencios punitivos.
  • Opacidad financiera, deudas ocultas o consumo problemático de sustancias.
  • “Bromas” que hieren, desprecio a tu familia o a tu fe/valores.
  • Evitar siempre temas difíciles (“para no pelear”).
  • Promesas vacías ante problemas repetidos.

Dinámica de conversación “pre-compromiso” (en 5 pasos)

  1. Intención: “Quiero que nuestro amor crezca bonito y real.”
  2. Verdades: 3 miedos + 3 ilusiones sobre el matrimonio.
  3. Logística: dinero, vivienda, roles, descanso individual.
  4. Cuidado: ¿cómo nos acompañamos en estrés, enfermedad o duelo?
  5. Acuerdo: una cita mensual de “mantenimiento del amor” (revisar finanzas, agenda, intimidad y planes).

Reflexión Cosmo

Casarse es elegir cuidar el amor incluso cuando no arde el fuego artificial, cuando hay cuentas por pagar y cuando el silencio pesa. El “sí” importa, pero más importa cada sí cotidiano: sí al respeto, sí a la verdad, sí a volver a elegirnos.

El amor adulto no corre: camina contigo, te escucha, te sostiene y también te celebra.

Te sugerimos