¿Te has preguntado si tus pies fríos buscando calor son algo incomodos? Ellos te dicen qué es lo que piensan cuando se acuestan a tu lado esta temporada
1. Necesitamos más cobijas
Algo bueno del invierno es que pueden controlar un poco más que tanto calor o frío tienen. Aún si su cuarto está frío, puedes acurrucarte bajo mil capas de cobijas con tu pareja favorita.
Pero ¿cuántas cobijas necesitan? La respuesta es: las necesarias hasta que dejes de enrollarte en ellas y le dejes unas cuantas a él. No seas mala onda y deja de jalarle toda su fuente de calor por las noches.
2. ¿Cómo es que tienes la temperatura opuesta?
La ciencia dice que opuestos se atraen, pero ¿esto se refiere también a la temperatura corporal? Basado en pura experiencia de anécdotas, parece que en toda pareja siempre hay alguien que muere de calor, y el otro muere de frío. Esto significa una pelea sin fin por el control del termostato y también una necesidad desesperada de acurrucarse en el invierno.
3. ¿Hay una bolsa de hielos en mis pies?
Si tú eres la persona fría de la relación, no te preocupes por tener de despertar brincando en la noche por de repente sentir los pies helados de tu pareja junto a ti. Trata de dormir con calcetines para evitarle esta incomodidad a tu galán.
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4. ¿Nuestro calentador se descompuso?
Despertar a mitad de la noche y descubrir que el calentador esta misteriosamente apagado es un horror. Tener que pararse muriéndose de frio a volverlo a prender el algo que molesta a cualquiera, y no, sabemos que no está descompuesto y que te has parado a apagarlo a mitad de la noche.
5. ¿Porqué estoy sudando?
También pasa al revés. ¿Demasiado frio y le subes a la temperatura por las noches? Créeme, se dará cuenta y tendrá que despertar a media noche sudando a apagarlo.
6. ¿Cómo es que llegaste hasta mi lado de la cama?
Es increíble lo que el cuerpo humano puede hacer mientras duerme, pero especialmente en invierno, cuando busca calor humano. Aunque no sea a propósito, es demasiado molesto tener que dormir en un espacio de 10cm cuando del otro lado tienes toda la cama disponible.
7. Tengo los brazos dormidos
Sabemos que amamos acurrucarnos, pero llega un punto en la noche que las extremidades se duermen y no dejan dormir. No te enojes si te hace a un lado un rato por la noche.
8. El invierno hace que acurrucarse sea perfecto
Entre más frío esté el clima afuera, mejor será acurrucarse dentro. Si está nevando, definitivamente lo disfrutarán como nunca.
NOTA ORIGINAL: COSMOPOLITAN
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