Dependiendo de la etapa de vida que se encuentren atravesando, los hombres tienden a enfocarse en diferentes elementos y cualidades del género femenino
La ciencia ha revelado a través de diversos estudios que existe un rasgo físico en específico que más les atrae a los hombres de las mujeres a primera vista, y se trata de la sonrisa. De acuerdo a estas pruebas realizadas por expertos en el tema (Jessica Tracy, profesora de la Universidad British Columbia y directora de una investigación publicada en la American Psychological Association Journal) una mujer puede resultar atractiva para un hombre en menos de cinco segundos gracias a esta característica física.
Pero conforme crecen, los hombres se van sintiendo atraídos por otras cualidades y características femeninas, todo dependiendo de la edad que tengan.
¿Qué es lo primero que atrae a un hombre de una mujer según su edad?
Juventud
A esta edad, los hombres suelen interesarse en una característica en especial: la juventud. En esta etapa de su vida el género masculino tiende a buscar parejas que denoten salud y sugieran fertilidad, pero también son relevantes la belleza física, la curiosidad, la energía vital y los rasgos juveniles. Por eso es común que entre los 15 y los 24 años, los hombres se sientan atraídos hacia las mujeres que son más jóvenes que ellos y que sobre todo, estén dispuestas a embarcarse en nuevas aventuras al igual que ellos.
Madurez
Cuando un hombre culmina la etapa de la juventud, entonces comienza a enfocarse en otras características que van más allá de los atributos físicos. La estabilidad emocional y la inteligencia emocional son elementos se suma importancia para un hombre que se encuentra en esta etapa de su vida. Buscan el apoyo mutuo, la facilidad para comunicarse efectivamente con su pareja y vivir experiencias compartidas. Una relación estable, profunda y saludable es lo que le interesa a un maduro.
Vejez
Cuando los hombres envejecen, los atributos femeninos que más atractivos les resultan son la compatibilidad de valores, la lealtad y la autenticidad, pues la superficialidad pasa a segundo plano para dejarle lugar a la conexión emocional y espiritual. Esta es una etapa en la que la belleza física ya no tiene relevancia para ellos.