Cuando se llega a hablar de endometriosis, usualmente la conversación se enfoca en el dolor que trae durante la menstruación, pero lo cierto es que este trastorno también puede traer estragos en la vida sexual y emocional de quienes lo padecen. Si en algún momento has sentido que el sexo se volvió incómodo, frustrante o incluso doloroso sin una razón aparente, puede ser que esta condición esté detrás de esos síntomas.
¿Qué es la endometriosis y cómo reconocerla?
Como tal, la endometriosis pasa cuando un tejido similar al que recubre el útero comienza a crecer fuera de él, específicamente en lugares donde no debería estar, como los ovarios o incluso el cuello uterino. Esto genera inflamación, adherencias y un dolor que, muchas veces, no se diagnostica de inmediato. A nivel mundial, este padecimiento afecta a aproximadamente 1 de cada 10 mujeres en edad fértil, y muchas pasan años sin recibir el diagnóstico adecuado.
Lo curioso es que uno de los efectos menos hablados, pero que se detectan con mayor facilidad es su impacto en la intimidad. Ya que usualmente las mujeres con endometriosis experimenten dolor durante o después del sexo, especialmente cuando las lesiones se encuentran en zonas profundas. Este malestar puede generar miedo, ansiedad y una disminución evidente en el deseo sexual.
Pero no se trata solo del dolor físico. Las contracturas o tensión muscular del suelo pélvico, que también son comunes en estos casos, dificultan aún más el lograr sentir placer. Lo que llega a casuar que algunas mujeres llegan a desarrollar una respuesta casi automática de rechazo o tensión al pensar en el sexo. A esto se suma la presión emocional, los tabúes y, muchas veces, la culpa.
Sin embargo, vivir con endometriosis no es sinónimo de renunciar al placer ni a una vida sexual plena. Existen varias técnicas que pueden ayudarte a reconectar contigo misma. Desde cosas tan sencillas como usar compresas calientes, practicar yoga o técnicas de respiración profunda pueden marcar la diferencia.
En cuanto a los tratamientos médicos, hay muchas opciones, desde medicamentos hormonales hasta intervenciones quirúrgicas para eliminar tejido fuera de lugar, pueden mejorar tanto el dolor como la respuesta sexual..
