La verdadera razón por la que no sientes placer al tener sexo

Descubre las causas físicas, emocionales y sociales que pueden afectar tu placer sexual

La verdadera razón por la que no sientes placer al tener sexo

La verdadera razón por la que no sientes placer al tener sexo

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Si alguna vez te has preguntado por qué, aunque todo parece estar bien, simplemente no logras disfrutar del sexo como esperas, no estás sola. Muchas mujeres pasan por esto en algún punto de su vida, y lejos de ser una señal de que “algo está mal contigo”, suele ser una respuesta del cuerpo o de la mente ante distintos factores que quizá no habías considerado.

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La falta de placer sexual en las mujeres puede pasar por la suma de factores físicos, emocionales y sociales. Es por eso que es fundamental entender estas causas para así poder mejorar tu vida íntima.

A nivel físico, hay varias razones que pueden influir en la falta de placer. Uno de los más comunes es el desequilibrio hormonal, como los que llegan durante el embarazo, la lactancia o incluso por el uso de anticonceptivos.

También es común que algunas enfermedades crónicas como la diabetes o los problemas de tiroides impacten la libido o dificulten la excitación. Y por último pero no menos importante, los efectos secundarios de ciertos medicamentos como los antidepresivos o ansiolíticos, pueden afectar el deseo o el orgasmo.

El dolor físico también puede influir en cómo percibes el placer, más allá de un dolor muscular por ir al gym, hay condiciones como la endometriosis, infecciones vaginales o la falta de lubricación, que pude hacer que el sexo vuelva incómodo o literalmente doloroso.

En la parte emocional, el estrés, la ansiedad o una carga mental constante pueden interferir con tu capacidad de relajarte y disfrutar. Si tu mente está en modo “alerta”, el cuerpo difícilmente podrá entregarse al placer.

Ahora bien, en el otro extremo, la depresión también juega un rol importante ya que cuando el ánimo cae, las ganas de experimentar cualquier tipo de placer tienden a disminuir o incluso evitarse activamente.

También es importante mencionar los factores culturales. A muchas nos enseñaron a vivir el sexo con culpa, miedo o vergüenza, lo que deja una huella profunda en la forma en que nos relacionamos con el placer. Cuando creces con la idea de que desear está mal, es difícil permitirte disfrutar.