En temas de sexualidad, hay distintas prácticas que para muchas personas son algo que nunca intentaría, pero que poco a poco se están abriendo más los espacios para hablar y conocer más al respecto. Entre estos temas, está el anilingus. Aunque no se hable mucho al respecto, es más común de lo que se cree y puede ser una experiencia intensa e incluso placentera si se practica con cuidado y buena comunicación.
¿Qué es el anilingus?
Como tal, se trata de la estimulación oral del ano con la boca, lengua y labios. Aunque es más popular en ciertas comunidades, cada vez más parejas heterosexuales también se sienten con la curiosidad de explorarlo como parte de su vida íntima.
Pero dejemos algo en claro, no porque se está “popularizando” significa que tengas que hacerlo si no es algo con lo que te sentirás cómoda. Ahora bien, si te da curiosidad entender porque llega a ser placentero para algunas personas, es porque el área anal es una de las zonas con más terminaciones nerviosas del cuerpo, lo que la hace muy sensible al tacto y, por tanto, una fuente potencial de placer.
Algunas mujeres que lo han probado lo describen como una sensación distinta al sexo vaginal o clitoriano, una mezcla de presión suave y cosquilleo. Incluso si no se convierte en tu actividad favorita, puede sumar variedad en tu relación sexual.
El anilingus puede ser una práctica sexual distinta, íntima y placentera, siempre y cuando se practique con buena higiene, respeto mutuo y total consentimiento. Como todo en la vida íntima, la clave es la comunicación, la confianza y, sobre todo, disfrutar del proceso sin presión.