Si pensamos en el amor, el sueño de muchas es que encontremos a la persona indicada para compartir nuestra vida y construir un camino juntos. Afortunadamente esto es algo que muchas han logrado, pero como con todo, hay altibajos.
Por normales que sean, cuando se trata de estos en el ámbito sexual, puede ser algo que nos haga dudar del estado de nuestra relación, incluso dudar si nuestra pareja aún nos desea. Estas dudas son completamente válidas pero no son imposibles de resolver.
Si sientes que tu relación está siendo víctima de la monotonía, en especial en la intimidad, aquí te ayudamos a entender las razones por las que podría estar pasando y lo que puedes hacer al respecto para reavivar la chispa.
Por qué disminuye el deseo y no significa que algo esté mal
Según expertos, la frecuencia sexual suele bajar después de los primeros tres años de la relación. Por preocupante que parezca, dejemos claro algo, esto no es sinónimo de fracaso, sino parte de una respuesta natural al paso del tiempo y las responsabilidades. Incluso puede venir acompañado de “fatiga emocional” por la rutina, el trabajo o si hay hijos en casa. Pero, entonces, ¿qué puedes hacer para reconectar y reavivar tu vida sexual? Aquí te dejamos algunas cosas que podrías hacer:
1. Empieza por aceptar que el deseo es cambiante: Reconocer que hay altibajos te ayuda a vivirlo sin presión o culpa. Esto no es el fin de tu relación, solo es parte de tu historia de pareja.
2. Comunicación abierta y efectiva: Hablar sobre lo que te gusta, lo que extrañas o cosas nuevas que quisieras intentar podría abrir caminos que no sabías que necesitabas explorar. Las parejas que activamente escuchan, agradecen y son propositivas tienen menos riesgo de aburrirse.
3. Espontaneidad planificada: Programar citas o momentos íntimos sin la presión del “siempre tenemos que estar listas” permite que fluya el deseo. Un beso apasionado antes de dormir o un abrazo prolongado durante el día también podrían ayudar.
4. Variar como practican el sexo: Desde pequeños cambios como implementar juegos, posiciones nuevas, juguetes sexuales o masajes abre paso al placer.
Lo que muchas ven como falta de deseo en una relación estable y duradera, la mayoría de veces solo es señal de rutina emocional. Pero recuperar la chispa es posible con curiosidad, comunicación y pequeños cambios conscientes. El deseo no desaparece, solo pide nuevas formas de encontrarlo.
