Creo que le gusto a un rockstar
P. Me gusta un músico famoso, 11 años mayor que yo. Mis amigas dicen que se ve interesado. En sus presentaciones, nuestras miradas coinciden; se aprendió mi nombre y eso que sólo hablamos dos veces por Facebook. Un día lo invité a una fiesta y accedió, pero no fue... No sé qué hacer: siento que me enamoré, pero me está empezando a doler este cariño.
R. Cuidado: ve con pies de plomo. ¡Tienes que poner las cosas en la perspectiva justa! Seguramente le gustas a este rockstar y definitivamente le encantaría pasar una o dos noches contigo, pero no más. Para muchas estrellas, las fans son como su harem: chicas de una noche, mujeres cuya única función es estar ahí para complacerlos en la cama. Ni se lo cuestionan. Recuerdo un caso que viví de primera mano: un famoso cantante era asediado por las fanáticas. De éstas, había un grupo “del club oficial” que solían... ¡dormir afuera de su habitación de hotel! Cuando le señalé que me parecía terrible que permitiera eso, “estrella de rock” me respondió: "¡Pero no duermo con ellas! Y, además, son felices cuidando mi puerta”. Yo solía admirar a esta “estrella de rock”, pero después de atestiguar la manera en la que humillaba a sus seguidores, ya no. Mi consejo: relaciónate con gente real... no con alguien que has idealizado.