Ella dice que pesa aproximadamente 22 libras más que su peso normal.
La entrenadora de fitness australiana Emily Skye ha sido muy honesta con su cuerpo posparto. Ella regularmente publica fotos de sí misma con una pancita redonda e incluso admitió que ella necesita usar shorts de entrenamiento de su pareja porque son lo único que le queda bien.
Ahora, Emily revela en Instagram que está lista para volver a entrenar seis semanas después de tener a su hija Mia, y que está documentando todo en las redes sociales. Emily publicó fotos de ella misma de frente y el costado para señalar su inicio de entrenamiento, y dejó en claro que, aunque planea ir al gimnasio, también quiere ser amable con su cuerpo.