Cuando nos sentimos cómodos en una relación, establecemos nuevos hábitos que no siempre son lo mejor para nuestro peso.
Rétalo
Apela a su naturaleza competitiva con una apuesta amistosa o un concurso al estilo de ¿cuánto quieres perder?, y mantén una tabla que registre sus progresos. Es posible que el hecho de atestiguar tu éxito haga que fluyan sus jugos competitivos.
Tiéntalo
Los estudios confirman que los sobornos funcionan cuando se trata de perder peso; por esto, sugerimos que reconozcas su esfuerzo con una recompensa. Por ejemplo, promete darle un masaje de cuerpo entero por cada cinco kilos que baje.
Motívalo
Todas sabemos que a los chavos les encantan los gadgets, así que si haces que se interese en un juguete relacionado con el ejercicio, puede que lo levantes del sillón. Regálale un pulsera de fitness o un par de tenis para correr. Tener las herramientas necesarias puede motivarlo.
Cocínale
Cambiar a ingredientes bajos en grasa que no afecten el sabor es una gran manera de reducir las calorías sin que se sienta restringido. Por ejemplo, puedes reemplazar la mantequilla o margarina con puré de manzana en la próxima tanda de brownies.