En el inicio de los dosmiles el mundo se enfrentó a una recesión después de distintos problemas económicos y sociales. Luego de una crisis financiera, el pop con ritmo rápido y cambiante acompañó a muchos jóvenes para afrontar una situación en la que música optimista y bailable aligeró su realidad.
Kesha, LMFAO y los Black Eyed Peas fueron creadores de muchos himnos de fiesta que marcaron una época en la que las personas necesitaban confort y lyrics relacionadas con su situación.
Canciones como método de escape
Ante un futuro incierto, controversial y variable, las nuevas generaciones están envueltas en un contexto muy distinto al de hace unos años. Pero lo que prevalece es un sentimiento de cansancio y la necesidad de refrescarse ante tantos problemas que hay alrededor.
Vemos a Charlie XCX, Sabrina Carpenter y Chapell Roan llegar con nuevas canciones que traen una mezcla de beats de dance, hyper y synth pop.
Ellas y demás artistas crean narrativas en donde quieren reflejar la autenticidad, liberar energía femenina pero sobre todo, nos devuelven la mentalidad de “vida solo hay una”.
¿Por qué conecta tanto con la gente?
Es la combinación de dos emociones que predominan en la Gen Z y los millenials: sentirse libres y la imposibilidad de hacerlo diariamente porque hay muchos factores que lo frenan.
Este tipo de pop es como un acceso a querer más pero también a saber que es normal no tenerlo y simplemente disfrutar el proceso de conseguirlo. Sus letras son pegajosas y catárticas por lo que invitan a vivir el momento, gozar y permitirnos cierta desconexión de todo lo que pasa.
Disfrutar de la juventud aún dentro del caos
Resaltar esos temas de los que a veces nos sentimos culpables por hablar es algo que también pone a estas cantantes en alto por su energía así como representar a muchas personas que tal vez están pasando por lo mismo. La expresión y la euforia que a veces tenemos resguardada la hemos aprendido a liberar mediante esta corriente.
La música siempre nos ha acompañado, ahora más que nunca buscamos un escape, el Recession Pop nos garantiza el conjunto ideal de realidad, deseo y un poco de interrupción sumamente indispensable.