No podemos hacer maravillas... sin embargo, sí podemos ayudarte con estas situaciones
Problema: Empieza a llover cuando estás a punto de salir del trabajo; traes puestos tus zapatos favoritos (y nuevecitos) y no tienes paraguas.
Solución: Toma una bolsa de plástico y córtala en dos partes, con las que envolverás los zapatos. Mete el plástico hacia adentro y haz dos orificios en los tacones para no resbalarte, y ¡camina con cuidado!
Problema: Se atoro el cierre de tu mini de piel favorita.
Solución: Frota una barra de jabón o cera líquida a lo largo, en los dientes del zipper. Esto lo lubricará y ayudará a aflojarlo.
Problema: Tu ajustado vestido de seda se mete entre tus piernas. ¡Hola, cameltoe!
Solución: Rocía spray para el cabello en las piernas y en la parte interna del vestido. Así eliminarás la estática.
Problema: Te pusiste un vestido de lentejuelas para ir a bailar, y con tanto movimiento y brinco, se cayeron muchas piezas. ¿Puedes recuperar el bling bling?
Solución: Ve a una mercería o a una tienda de telas y busca lentejuelas que hagan juego con las tuyas. Pégalas con una pistola de silicón y las sobrantes úsalas para dar vida al cuello de una camisa de mezclilla.
Problema: Llegas a una fiesta enfundada en un elegante vestido y todos los demás están de jeans.
Solución: ¡Miente! “Oh, ¿esto? ¡Gracias! Es que vengo de un cocktail demasiado formal y por eso estoy vestida así".
Problema: Te acabas de dar cuenta de que tienes que ir a una fiesta de cumpleaños en menos de una hora. Todas las tiendas están cerradas y necesitas conseguir el regalo en calidad de urgente.
Solución: Corre a la tienda de conveniencia más cercana y arma un kit SOS para cumpleaños: incluye analgésicos, condones, pastillas para el aliento y toallitas húmedas.
Problema: En tu camino del gym a casa, el único día que no te ejercitas con esos pantalones spandex de yoga que ayudan a tu trasero a desafiar las leyes de gravedad, te encuentras a tu ex y a su linda y nueva (y no sudada) novia.
Solución: “Los saludaría de mano, pero acabo de correr más de 6 kilómetros, y estoy hecha un lío”. Presume humildad.