Hay cuestiones que son repetitivas e irremediables, ¡descubre de qué hablamos!
Anna Breslaw ha tenido todos estos desaciertos y vivió para contarnos sus inolvidables experiencias:
1. No dormir lo suficiente: quizás me digas: “Pero, Anna, ¡¿cómo puedo dormir si me faltan muchos errores por cometer?!”. No te preocupes, tienes toda una década -incluidos días y noches- para tener equivocaciones que cambiarán tu vida (como no lavar las fundas de tus almohadas con frecuencia. Para ser más exacta: una vez a la semana, si no, tu piel sufrirá las consecuencias).
2. Ser adicta a las redes sociales: tu crush le dio Like a tu foto, después le diste retweet y luego, stalkeaste a sus amigos en Instagram para ver si estaba saliendo con otra; más tarde, posteó un artículo en tu muro acerca de los chistes que sólo ustedes dos entendían y eso se te hizo cool. Por cierto, es un hermoso día allá afuera. ¡Sal y respira el aire fresco!
3. Lavar tu pelo muchas veces: sí, demasiadas, sobre todo ¡si no es completamente lacio! Para cuando tenía 24 años, mi melena se sentía como la corteza de un árbol. Deja de usar tanto shampoo o inclínate por el shampoo seco.
4. Intentar broncearte: ¡No! ¡Detente! También si eres clienta asidua de esas horribles camas de bronceado, los rayos UV no son buenos para tu piel.
5. Comer en restaurantes muy caros: pasé los primeros cinco años de mis 20s curándome la cruda semanal con un elegante caldo de camarón de 250 pesos. Si sólo hubiera ido una vez al mes, tendría dinero extra para hacer el súper o para comprar un caldo de camarón GIGANTE que a todos pudiera compartirle.
6. Ser bipolar con la salud: durante el día tomamos jugos nutritivos y hacemos yoga. Pero en la noche estamos de fiesta con nuestros amigos y terminamos en un puesto de comida callejero a las 4 de la mañana. Una cosa no compensa a la otra, pues tu cuerpo entra en una horrible confusión... ¡Sé congruente!
7. Pasar todo el tiempo en una relación: mis amigas que estuvieron con el mismo chico durante TODOS sus 20s, ahora se arrepienten. Antes de sentar cabeza, debes conocer a más chicos. Para verdaderamente apreciar a un buen hombre, también tienes que probar a los malos.
8. ... O andar detrás de alguien que en definitiva no está interesado en ti: ¿Nunca muestra interés en tu vida? ¿Contesta tus mensajes 24 horas después? ¿Sale contigo a escondidas de otras chicas? Enfréntalo.
9. Adquirir una mascota con tu novio: tú y tu pareja deciden invertir unos meses de sus salarios en Firulais, un maltés de 15,000 pesos. Si no duran como pareja, el pequeño será como un niño de padres divorciados.
10. Mandar mensajes/ llamar con unos drinks de más: y despertarte en la mañana temerosa de checar tu teléfono, con la peor cruda moral del mundo. Créeme, sé de lo que estoy hablando.
11. Dietas extremas: no importa cuántas limpiezas estomacales de agua, pimiento rojo y jugo de limón hagas; eventualmente terminarás en tu peso normal.
12. Gastar en productos de belleza que sabes que nunca usarás: “Si compro este maquillaje de polvo de hada que cuesta 2,000 pesos, todos los aspectos de mi vida mejorarán de inmediato y sé exactamente lo que estoy haciendo”. En su momento, esto nos suena bastante lógico, pero ¡es una mentira!
13. Tenerle envidia a alguien que piensas que es tu némesis: ella es la versión 2.0 de ti, tiene la carrera, el novio, el guardarropa y el departamento que siempre quisiste. O simplemente es una conocida que con su compleja superioridad y falta de conciencia hace que saques lo peor de ti (obvio no estoy escribiendo esto por experiencia personal). Toma un gran suspiro y déjalo ir.
14. Permitir que las opiniones de tus amigas sobre tu galán (o las tuyas sobre sus novios) te alejen de tus BFFs: es un patán. Pero deja que cada quien se dé cuenta por sí mismo.
15. Ligarte al hermano de una amiga: si sabes que lo verás frecuentemente, ésta es la decisión más incómoda que podrás tomar.
16. Escoger mal a tus roomies: claro, es divertido salir de fiesta con ella, pero ¿quieres que pase por tu recámara a las 3 am, con un chico diferente cada fin de semana? Creo que no...
17. Tener las amistades incorrectas: ok, lo sabemos: quieres ese tipo de amigas porque, en parte, sabes que eso mortifica a tu mamá. Pero cuestiónate lo siguiente: “Si me detuviera la policía y sólo pudiera hacer una llamada, ¿le marcaría a ella?”. Si respondes “no”, empieza a conseguir nuevos amigos lo antes posible.
18. Ser demasiado YOLO: ni mucho ni poco; es importante vivir en el presente y correr riesgos (como aventarte en paracaídas o hacer un viaje increíble). Pero la vida no acaba a los 30?s, querida; no por no haber logrado todos tus sueños, implica que jamás los alcanzarás.
19. Querer inmediatez: la madurez no sucede de un día a otro. Disfruta esta década, aprecia que tienes un futuro y que nunca volverás a lucir tan bien como ahora.
20. Dejar que en la oficina te traten como una interna, cuando hace años que ascendiste: sí, los amigos de tu mamá tienen razón al decirte: “Eres muy afortunada por tener un trabajo ahora que es tan difícil conseguir uno”. Pero ser una trabajadora de tiempo completo con un salario menor, que constantemente tiene que ir por el café de los supervisores y cargar cajas, es una broma.
