Decirlo puede ser tan difícil como escuchar a tu médico darte la noticia...
Lo más probable es que te sientas preocupada por alterar a tu familia, amigos y pareja con una noticia de este tipo. Tener miedo de cómo van a reaccionar o que te resulte difícil comunicarte con ellos después de darles la noticia es algo muy común por lo que pasan los que sufren de esta enfermedad.
Sabemos que para muchos, es incómodo pedir ayuda, y tener que responder a cada una de las preguntas que nos hacen nuestros parientes y pareja sobre nuestro bienestar, cuando lo que más necesitamos es nuestro propio tiempo y espacio.
Sin embargo, no perdamos de vista que es gente que nos quiere y se preocupa por nosotros, por eso es importante tener en cuenta que la comunicación en un proceso de este tipo es fundamental, y que tú eres quien lidera la conversación y decide cuánta información dar al respecto.
Debes saber que si estás casada, vives en pareja o te encuentras en una relación seria, tu pareja puede sentirse muy afectado por el diagnóstico. Es natural que se preocupe por ti y lo que pasará en el futuro.
No tomes como ofensa si te preguntan constantemente si puedes hacer las tareas de la vida cotidiana que solías hacer antes de ser diagnosticada. Es normal que quieran hacerte sentir bien.
Cada relación es diferente, pero tal vez, estos tips te pueden ser de utilidad:
1. Invita a tu pareja o familia a participar en las consultas médicas.
Si te acompañan a la consulta médica, tu pareja o tu familiar escuchará directamente y entenderá mejor lo que te dice el doctor sobre opciones de tratamiento y efectos secundarios que probablemente llegues a experimentar.
Por tanto, tu pareja o familiar estará mejor preparado para lo que sentirás, y si tiene alguna duda, puede preguntarla directamente.
2. Di de manera directa todas tus necesidades.
Habla con tu pareja y familiares sobre lo que necesitas. No des por sentado que ellos entiendan como te sientes.
3. Pregúntales qué necesitan.
Si tú, tu pareja y familiares están siempre al pendiente de tu tratamiento y tu recuperación, puede llegar un punto en el que se sientan abrumados o confundidos ellos también.
Habla con ellos sobre lo que puedan necesitar para recobrar energías y que sigan siendo un apoyo para ti.
4. Aparta tiempo de calidad para estar con cada uno de ellos.
Programa momentos para dejar cosas menos importantes de lado y disfrutar lo que realmente importa, con la gente que realmente importa.
5. Acepta el hecho de que todos tienen distintas formas de manejar la situación.
Cada persona reacciona de manera diferente. A muchos puede interesarles investigar más sobre el tema, mientras otros pueden confiar nada más en lo que tú les digas.
Tal vez uno siempre esté alegre y optimista y otro pregunte todos los días qué pasará y qué van a hacer. Habla con ellos y diles cómo te sientes con respecto a su actitud.
6. Determinen los ajustes que se tendrán que hacer en casa.
No importa si vives con tu familia o tu pareja, durante tu tratamiento es posible que haya momentos en que no puedas ayudar con las tareas que normalmente hacías. Determinen juntos qué cambiara y cómo solucionarlo.
7. Prepárate para posibles cambios en tu vida sexual.
La cirugía, la quimioterapia y otros tratamientos pueden afectarlos a los dos, física y emocionalmente. Puedes sentir tu cuerpo de manera diferente y tu aspecto puede cambiar, también puedes sentirte débil, con nauseas o cansada.
Tu deseo sexual puede disminuir y puedes tener resequedad vaginal. Habla con tu pareja sobre estos cambios y pide que te comprenda.
