Descubre cuáles son los síntomas para evitar contagiarte
La mononucleosis infecciosa, fiebre dura o enfermedad de Pfeiffer, es conocida con el nombre coloquial de enfermedad del beso. En realidad, como su nombre real lo dice, es una enfermedad infecciosa causada más comúnmente por el virus de Epstein Barr que pertenece a la misma familia que el herpes.
La fiebre dura recibió este nombre porque es transmitida por medio del intercambio de saliva, o sea, ¡a través de los besos! Por lo que no es raro que el contagio sea más alto entre los adolescentes y los adultos jóvenes. Además, el 90% de los adultos ya estuvimos expuestos a este virus que se queda con nosotros toda la vida, aunque no siempre estará activo y rara vez llega a ser fatal.
Los síntomas son: fiebre, inflamación del bazo (que se manifiesta con un dolor en el costado), dolor de garganta, inflamación de los ganglios linfáticos (especialmente del cuello) y fatiga. Las personas que lo padecen, pueden contagiar a los demás mientras tengan los síntomas y, aunque la fiebre cede por lo general en 10 días, la inflamación puede durar desde 4 semanas hasta ¡un año!
El tratamiento para esta consecuencia del beso se basa en el reposo, el paracetamol y en tomar muchos líquidos, o en otras palabras: en esperar a que se te pase.
Si tienes pareja y de pronto te encuentras con que te contagiaste, no está de más que te mantengas alerta, aunque esto no quiere decir con seguridad que tu chico te sea infiel. Si en cambio estás soltera, ahora ya tienes una razón para pensarlo dos veces antes de besar a ese sexy desconocido en el bar.
