Te decimos las cosas que nos encanta y nos enamoran de nuestros chicos
Lo mejor es estar con alguien que nos haga vibrar sin darse cuenta, que nos pueda hacer sentir mariposas aun sin esforzarse para lograrlo. Hay una frase que dice: “Toda mujer se merece estar con un hombre que le haga olvidar que su corazón alguna vez estuvo roto”. Esa química es la que permite enamorarnos cada día de la misma persona y eso sí es amor.
Estas son las cosas sexys e inesperadas que nos vuelven locas:
RISA: Un sonido que se convierte en música para los oídos. Cuando nuestro galán se ríe y lo vemos disfrutando, nos contagia de alegría y nos reafirma que las cosas están bien, que todo puede pasar en nuestra vida. Si tenemos su risa, el día, sin duda, es más ligero.
CABALLEROSIDAD: ¡Impresionante! Algo tan común antes, ahora es una forma de ser irresistible. No sé en qué momento ser caballeroso pasó de moda, pero es muy cierto: ¿a quién no le fascina que le abran la puerta, le sirvan el drink, le den el paso o la lleven de la mano como la mujer más hermosa del planeta?
CÓMO USA LA CAMISA: No me refiero a su manera de vestir, sino a esas ocasiones en las que están relajados, tienen que hacer alguna actividad manual o ayudarnos en casa y se levantan las mangas, se sacan la camisa del pantalón e incluso se despeinan. Los volteas a ver y resultan lo más varonil del mundo.
LA FORMA COMO DICE NUESTRO NOMBRE: Ya sea que nos digan por nuestro nombre o nos digan “bonita”, “niña”, “corazón”, “amor” o cualquier expresión cariñosa para referirse a nosotras... ¡Uffff! La entonación con la que nos llaman nos hace sentir toques eléctricos de felicidad.
SU AMABILIDAD: Hay que aceptarlo: un chavo que sabe ser cálido con la gente a su alrededor es súper atractivo. Puede ser con el valet parking, la cajera en el mercado o con su abue, pero si es así con los demás, sé que a mí (la chica a la que quiere), siempre me tratará como reina.
SU MEMORIA: Nos deja sin palabras cuando el dueño de nuestros pensamientos amorosos se acuerda de cosas que jamás imaginamos recordaría (detalles de las primeras citas, comentarios que hicimos, nos regala algo que dijimos que nos gustaba), nos sentimos la persona más importante que hay.
SU MÚSICA: No quiero decir que compartamos los mismos gustos ni que tengamos su playlist en nuestro iPod, pero cuando disfrutan SU música, cantan, hacen caras, se convierten en parte de la banda, vibran o hasta bailan (qué más da si tienen ritmo), son increíbles. Es un goce verlos en ese momento de libertad.
BESO EN LA FRENTE: Puede sonar al beso que nos daba nuestra mamá antes de dormir, pero noooooo. ¡Es totalmente distinto! Éste es inesperado y dulce, igual que cuando tocan nuestro pelo o busca nuestra mano mientras caminamos. Encantador.
HUELE DELICIOSO: ¡Bá-si-co! Un hombre que huele bien puede hacer que caigas derretida en ese instante. Aceptémoslo, a través del olfato (y las respectivas feromonas), alguien puede conquistarnos.
ESTÁ CON SUS AMIGOS: Ver a nuestro novio cuando está platicando con sus BFFs y se convierte en adolescente (cómo se ríe, habla y hasta cómo se mueve), saca su lado inocente y auténtico. Es tan atractivo, ¡que queremos brincarle encima!
ES DEFENSOR: Si tu galán te defiende en una injusticia, discusión o apoyando tu punto de vista (incluso aunque no tengas la razón), hace que reafirmes que estás con el hombre más sensacional que puede existir en el mundo.
SU CONCENTRACIÓN: ¡Siiiiiií! Se ven tan interesantes cuando están leyendo, en la computadora o metidísimos en una conversación... Fruncen el ceño, fijan la mirada, y nos damos cuenta de que su mente está enfocada. Simplemente sexy.
SU SEGURIDAD: Nos encanta verlos cuando se mantienen en control y súper serios mientras hablan con alguien de manera profesional o en el trabajo. Definitivamente... ¡Lo máximo!
