Aceptémoslo, las redes sociales son buenas para todo, menos para tu vida romántica…
1. Justo cuando creías que ya lo habías superado, te metes a tus recuerdos de Facebook y te sale esa preciosa foto donde salen tu ex y tú tomados de la mano en la playa.
¿Recuerdas ese mágico viaje? ¿lo extrañas? ¿te ha costado trabajo olvidarlo como para recordarlo otra vez? No te preocupes, mañana saldrán más recuerdos ¡de él también!
Gracias Facebook, por odiarme.
2. Todas tus amistades sugeridas parecen haber salido de Tinder. Si son niñas, todas parecen tener cuerpazo y ser guapísimas. Si son niños, son bombones que en tu vida has visto, y probablemente nunca verás.
3. Todo lo que has querido dejar en el olvido, todo eso que te avergüenza, está al alcance de tus contactos. Ellos pueden ver todo lo que has subido y posteado en los pasados 10 o 5 años. ¡Qué oso!
4. Es súper fácil likear la foto de tu crush sin querer. ¿Stalker yo? ¡Jamás! (bueno sí un poco)…
5. Muestra tus búsquedas recientes.
Acéptalo, debe de haber algo ahí de lo que te avergüences.
¿Imagínate si tu crush se metiera a buscar algo en Facebook y viera algo no muy agradable? ¡Qué horror!
6. ¿Quieres ver la última foto que subió tu ex con su nueva novia? ¡Claro!
Y mientras me pueden pellizcar para que todo sea más real y doloroso. Facebook lo hace por ti (sin los pellizcos, claro).
7. Y aún cuando hayas dejado de seguirlo, no puedes evitar ver lo que toda la gente está likeando.
Si a todos les gusta esa foto de tu ex con su nueva novia, ten por seguro de que te aparecerá tarde o temprano en tu muro.
8. Puedes ver también los eventos a los que asistirá o está interesado en ir.
Por que obvio te importa y quieres saber donde estará el viernes en la noche por si lo quisieras ver. ¡No vayas!
NOTA ORIGINAL: COSMOPOLITAN