Shopaholic: Todo lo que debes saber sobre la adicción a las compras

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Una cosa es rendirse a la compra impulsiva ocasional y otra hacer adquisiciones compulsivas. ¿Eres adicta a ellas? Hoy te contaremos todo lo que debes hacer sobre la adicción a las compras.

Un estilo de vida muy peligroso

Con tantas promociones y pedidos online se ha normalizado pasar la tarjeta sin pensarlo dos veces. Pueden ser compras pequeñas, como pedir a diario tu comida por medio de una aplicación hasta ir de shopping todos los fines de semana del año. Sin embargo, cuando el gasto representa un problema real, el glamour se desvanece. Los psicólogos lo llaman trastorno de compra compulsiva (TCC); se caracteriza como una alteración del control de impulsos: al igual que los juegos de azar o los atracones de comida, tiene el potencial de crear un torbellino de angustia emocional y financiera.

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Foto: Cosmopolitan México

Tipos de adicciones a las compras:

Según Shopaholics Anonymous no hay solo una forma de vivir esta adicción. Revisa si te identificas con alguna de estas clasificaciones:

COMPULSIVOS

Compran cuando sienten angustia emocional.

TROFEOS

Siempre dicen estar comprando el artículo perfecto (must have).

IMAGEN

Desean proyectar que son grandes gastadores y aman en especial los artículos llamativos.

OFERTAS

Compran artículos que no necesitan, solo porque están en oferta.

“BULÍMICOS”

Quedan atrapados en un círculo vicioso de compras y devoluciones.

COLECCIONISTAS

No se sienten completos a menos de que tengan un artículo en cada color.

¿QUÉ LO CAUSA?

Según Ruth Engs, de la Universidad de Indiana, algunas personas desarrollan adicciones a las compras porque, esencialmente, se vuelven dependientes de cómo se siente su cerebro durante el shopping –liberando endorfinas y dopamina, “activadores” de la felicidad– y, con el tiempo, esa sensación se vuelve adictiva. Reconocido profesor de Ciencias de la Salud Aplicada, Engs afirma que del 10 al 15 por ciento de la población puede estar predispuesta a repetir esta emoción, lo que resulta fácil de creer.

¡ATENCIÓN!

CHECA ESTAS SEÑALES

• Gastar más de lo que puedes pagar.

• Comprar cuando te sientes enojada o deprimida.

• Comprar para minimizar la culpa por una adquisición anterior.

• Dañar las relaciones personales por gastar o comprar demasiado.

• Perder el control del comportamiento al momento de comprar.

El cuerpo avisa

Quienes sufren ansiedad por algo que desean adquirir compulsivamente, o al ver su situación financiera en declive, podrían presentar sudoración en las palmas de las manos, contractura muscular o taquicardia como señales de una angustia que puede ir en aumento y sin control.

Síntomas emocionales

Los adictos a las compras pueden tratar de ocultar su condición, especialmente frente a familiares y seres queridos. Para ellos ya es normal esconder facturas de las tarjetas de crédito, recibos o las bolsas que les dieron en las tiendas. En algunos casos pueden mentir sobre cuántas cosas adquirieron o los precios de estas.

Efectos a corto plazo

Pueden ser positivos, en muchos casos la persona suele sentirse feliz luego de completar una salida de compras. Sin embargo, estos sentimientos a menudo, e inmediata- mente, se mezclan con ansiedad o culpa, y casi siempre esta presión emocional hace que la persona recaiga por sentir el rush y así eliminar los sentimientos negativos.

Y a largo plazo

Varían en intensidad y alcance. Muchos adictos a las compras enfrentan problemas financieros y pueden verse abrumados con deudas. En ocasiones llegan a sobregirar sus tarjetas, sacan una segunda hipoteca de la casa o cargan otros gastos en su tarjeta de crédito comercial. También sus relaciones personales pueden sufrir: separaciones entre parejas o distanciamiento con los padres, hijos u otros seres queridos.

Señales de alerta

Si llegaste hasta aquí y sientes que todo está bien con tus hábitos de shopping, ahora revisa estos patrones de comportamiento a ver qué tal te va:

1. TIENES MUCHOS ARTÍCULOS SIN ABRIR O AÚN ETIQUETADOS EN TU ARMARIO No estamos hablando del suéter que tu tía te regaló la temporada pasada de vacaciones, sino de los artículos que seleccionaste y que permanecen sin abrir o con sus etiquetas todavía pegadas, es decir, cosas que evidentemente has olvidado que están guardadas. Cuenta el número de prendas, si son más de tres podrías estar en riesgo.

2. A MENUDO COMPRAS COSAS QUE NO NECESITAS O JAMÁS PLANEASTE ADQUIRIR Te tientan fácilmente elementos que puedes prescindir, por ejemplo, una nueva funda para tu celular, aunque la tuya está bien. Eres vulnerable si te obsesiona algún producto en específico, como pensar que te urgen los labiales de una nueva colección cuando sabes que nunca los usarás todos.

3. UNA DISCUSIÓN DESPIERTA LA NECESIDAD DE COMPRAR Las compras compulsivas son intentos de llenar un vacío emocional, como la soledad, la falta de control o poca confianza en una misma. Te puede pasar que luego de pelear horrible con tu novio y por “distraerte” te metes a ver ropa online; cuando menos te das cuenta ya pa- gaste por prendas que no necesitas o realmente no te gustan.

4. ENTRAS EN ANSIEDAD CUANDO NO COMPRAS Si experimentas nervios porque no has pasado tu tarjeta de débito en todo el día, preocúpate. Algunos shopaholics confiesan que se sienten “fuera de lugar” si no han tenido su compra del día, e incluso admiten que pagan en línea si no pueden alejarse físicamente de sus responsabilidades diarias.

Si las características anteriores hacen clic contigo, te aconsejamos buscar ayuda inmediatamente, pues tu bienestar es primero. Para comenzar, identifica los desencadenantes de este comportamiento poco sano. Cuando estos sentimientos te superen, resiste la compra a toda costa y encuentra una forma más saludable de resolverlo. Un grupo de apoyo guiado por un terapeuta puede ayudarte mucho, ya que conocerás casos parecidos con soluciones que puedes adaptar a tu caso. Lo importante es saber que nada material está por encima de la confianza y seguridad que debes tener en ti.

Elimina la tentación

Debes evitar ir a tu(s) tienda(s) favorita(s) si estás tratando de reducir los gastos. Intenta limitar tus compras a lo necesario, inclusive puedes pedirle a tu mamá o BFF que te acompañe las primeras veces que harás compras, para aminorar tentaciones.

• Recuerda, eres más fuerte que tu debilidad, puedes resistir el arrebato. Elimina todas las aplicaciones de pedidos a domicilio, retail, restaurantes, supermercados, etcétera.

• Crea una lista de compras con costos estimados y síguela cuando estés en la tienda.

• Lleva solo efectivo suficiente para pagar lo que necesitas. Deja tus tarjetas de débito y crédito en casa.

DEPRESIÓN Y COMPRAS

Según Donald Black, de la Universidad de Iowa, citado en la revista Esperanza, casi dos tercios de los adictos a las compras luchan contra la depresión o ansiedad. Para tratar de modo eficaz esta situación, es posible que también deban lidiar con sus otros problemas de salud mental. Idealmente, cuando busques un programa de recuperación, intenta encontrar un plan que pueda abordar ambos aspectos de la adicción y cómo enfrentarlos de manera eficiente.

HELP!

Lo primero es aceptarlo, después pedir ayuda. Lo más recomendable es que vayas con un profesional, también puedes asesorarte con libros de autoayuda. Pide apoyo a tus familiares y amigos para que reconsideren aquellas actividades que puedan detonar tus impulsos.

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Foto: Getty

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