1. Lava y seca bien tus pies todos los días
Parece obvio, pero no siempre lo hacemos con detalle. Lávalos con agua tibia y jabón suave, y asegúrate de secar entre los dedos. Esto evita hongos, mal olor y grietas.
Tip extra: usa una toalla exclusiva para tus pies y cámbiala seguido.
2. Corta tus uñas de forma recta (no curvas)
Cortarlas redondeadas puede parecer más estético, pero aumenta el riesgo de uñas encarnadas. Hazlo en línea recta y lima las esquinas suavemente para que no queden filosas.
Ideal: corta después de bañarte, cuando las uñas están más blandas.
3. No cortes las cutículas
Aunque pueda parecer limpieza, las cutículas son una barrera natural contra bacterias. Solo empújalas suavemente con un palito de naranjo después de hidratar la zona.
Truco Cosmo: aplica aceite de cutícula o de almendra cada noche para mantenerlas suaves.
4. Exfóliate una vez por semana
El exfoliante ayuda a eliminar células muertas y mantener la piel tersa. Puedes usar un exfoliante corporal, piedra pómez o una mezcla casera de azúcar con aceite.
Extra: aprovecha para masajear los pies, activar la circulación y relajar tensiones.
5. Hidrata tus pies todos los días
La piel de los pies tiende a resecarse más que la del resto del cuerpo. Aplica crema hidratante o vaselina cada noche antes de dormir.
Tip práctico: ponte calcetines de algodón encima para potenciar la absorción.
6. Usa calzado transpirable
Los zapatos cerrados por mucho tiempo generan humedad, mal olor y hongos. Prefiere materiales como piel, lona o malla, y evita los sintéticos que no dejan respirar la piel.
Bonus: cambia tus calcetines diario (y más si sudas mucho).
7. Evita el esmalte permanente constante
Aunque se ve impecable, el gel o el acrílico continuo impide que la uña respire y puede debilitarla. Déjalas “descansar” una o dos semanas entre aplicaciones.
Pro tip: durante esos descansos, usa un fortalecedor transparente.
8. Limpia debajo de las uñas (sin exagerar)
La acumulación de suciedad o residuos de esmalte puede causar infecciones. Límpialas con un cepillito suave o con la punta redondeada de una lima.
Importante: no uses objetos filosos ni presiones demasiado.
9. Cambia tus herramientas y desinfecta
Cortaúñas, limas y alicates deben limpiarse después de cada uso. Puedes pasarlos por alcohol o agua caliente para evitar bacterias.
Consejo Cosmo: si vas a un salón, asegúrate de que usen material esterilizado.
10. Cuida la salud desde dentro
Tus uñas reflejan tu alimentación y tu hidratación. Incluye alimentos ricos en biotina, zinc y omega 3, y bebe suficiente agua. Si notas uñas quebradizas, con coloración amarilla o manchas, consulta a un dermatólogo o podólogo.
Conclusión Cosmo
Unas uñas bonitas no son solo cuestión de esmalte o pedicura perfecta. Son el resultado de hábitos sencillos, constancia y cuidado diario. Dedicarte unos minutos al día a tus pies no es vanidad: es bienestar, higiene y autoestima.
Porque aunque no siempre se vean, los pies también cuentan tu historia:caminar con seguridad empieza por cuidarlos. 👣