Una fundación se dedica a procurar a los perros más pobres de Brasil.
No sólo las personas se ven en la necesidad de vivir aglomeradas en vecindarios precarios a la orilla de una montaña. La ciudad de Caxias do Sul, en la zona de Serra Gaúcha, tiene una favela con cientos de chozas minúsculas reservadas únicamente para perros callejeros. El concepto fue creado por la asociación de caridad Só Ama ?que en español significa Sólo Ama? fundada por la activista Natasha Oselame, quien carecía de los recursos suficientes para construir un albergue apropiado. Al día de hoy se ha hecho cargo de 1,600 animales, cada uno amarrado a una casita de lámina y organiza colectas de fondos constantemente para proporcionarles 13 toneladas de alimento al mes y brindarles atención médica.
Por desgracia, la mayoría de los brasileños sólo están interesados en adoptar cachorros de raza pura y, entre más crecen, menos suerte tienen los candidatos a la hora de ser elegidos. Natasha lamenta no poder hacer más por ellos hasta el momento, pero afirma que el proyecto se encuentra en una fase de crecimiento acelerado y este año espera contar con más donaciones y apoyo por parte del gobierno.