Un estudio revelo? que poco ma?s de la mitad de los chicos millennial estari?an de acuerdo en dejar de trabajar y que sus esposas fueran el ingreso econo?mico
Como muchos hombres dicen despue?s de unas cuantas cervezas: si mi esposa ganara suficiente dinero, me encantari?a ser un amo de casa. Pues bien, no poseo una casa, so?lo un departamento en Brooklyn. Y apenas me case? en diciembre. Pero dispongo de un sofa?, y me gustari?a disfrutar de e?l aunque muchas veces no tengo el tiempo. Especialmentesi tuviera la aprobacio?n de mi recie?n esposa. Mantendri?a limpio nuestro nido de amor, hari?a el su?per, lavari?a la ropa cuando el canasto estuviera lleno y los ban?os regularmente. Tal vez, hasta aprenderi?a a cocinar.
Y si tuvie?ramos hijos, me volveri?a un papa? cool: libre de responsabilidades laborales, cargando a mi bebe? con una mano y preparando un sa?ndwich con la otra y, al mismo tiempo, pateando un balo?n de futbol con ellos.
Mi esposa, la persona que hari?a de todo esto una realidad, tendri?a la fantasi?a de ser como yo. ?Mientras seas feliz?, dice, antes de sen?alar que necesitari?a ganar mucho ma?s dinero para que yo pudiera renunciar a mi trabajo. Aun asi?, no soy el u?nico hombre que piensa que este cambio de papeles funcionari?a.
Un amigo mi?o de veintitantos an?os, Matt, ha mencionado en repetidas ocasiones su deseo por tener una esposa proveedora. ?Ya no quiero trabajar?, dice. ?Me encargari?a de los quehaceres y, si tuviera tiempo, hasta tendri?a un hobbie de carpinteri?a?. (Cre?anme, Matt se ve guapi?simo con un par de goggles de seguridad). Y varias de mis amigas han escuchado a muchos hombres decir: ?Amari?a ser amo de casa? en sus citas.
Las cifras demuestran que hay un cambio: en 2015, un estudio a 1,100 millennials profesionistas, hecho por el centro familiar y de trabajo de Boston College, descubrio? que 51% de los chicos se sentiri?a co?modo en dejar su trabajo si su esposa ganara lo suficiente. Segu?n una investigacio?n del 2012, dos millones de papa?s en Estados Unidos son los principales cuidadores de sus familias (es decir, amos de casa). En 1989, era menos de la mitad. Noelle Chesley, PhD, una socio?loga de la Universidad de Wisconsin especializada en estudios familiares, afirma que este movimiento es ocasionado por la pe?rdida de empleos debido a la recesio?n, pero tambie?n porque cada vez hay ma?s mujeres que hombres con ti?tulos universitarios, y hay ma?s chicas en puestos ejecutivos.
Hoy di?a, 5.1 millones de mujeres proveedoras tienen un mejor salario que sus esposos. Un reciente arti?culo del New York Times, titulado: ?¡Libe- racio?n masculina!?, deci?a que si las mujeres esta?n adquiriendo ma?s papeles tradicionalmente masculinos en el a?rea laboral, los hombres deberi?an sentirse igual de co?modos al adquirir papeles tradicionalmente femeninos en el hogar.
Y nosotros estamos de acuerdo. Analicemos, si mi esposa y yo decidie?ramos que uno de nosotros debe quedarse a cuidar de nuestros hijos y si mi mujer tuviera mejores oportunidades de crecer que yo, ¿por que? ella debe renunciar? Si en la oficina vemos a las mujeres como iguales, ¿por que? los hombres no pueden ser vistos asi? en el hogar?
Para saber co?mo es en realidad, hable? con varios amos de casa, algunos novatos y otros que lo han hecho durante de?cadas. Como es probable que tu chico se convierta algu?n di?a en uno de ellos, es ba?sico que escuches lo que tienen que decir.
1. Pla?ticas inco?modas en las fiestas
Todos los hombres con quienes hable? coinciden en que tu? y tu esposo deben de tener una respuesta para la pregunta: ¿y que? hace tu esposo? ?Nada?, podri?a ser vergonzoso, y adema?s incita a ma?s preguntas (mi plan: les digo que hago comercio en li?nea. No se necesita saber mucho y no es tan interesante como para que las personas hagan ma?s preguntas).
2. Sentira?s la presio?n
Si tu esposo esta? en casa disfrutando de los beneficios de tu esfuerzo, inevitablemente sentira?s ma?s presio?n por tener un buen desempen?o laboral.
Toma?s, 38, dejo? su trabajo para perseguir su suen?o de ser escritor, un empleo que al principio no es muy lucrativo. Todo iba bien... hasta que ya no. ?Se senti?a estresada porque debi?a tener ese trabajo por nuestra seguridad?, confiesa. ?Luego me dijo: ?Mira, odio que este? pasando esto, pero empiezo a tener resentimientos hacia ti??. Tuvieron que igualar la situacio?n: Toma?s tomo? un trabajo de medio tiempo mientras continuaba haciendo freelance.
3. Vera?n el dinero de una manera diferente
Si llego a casa con un nuevo televisor puedo hacerlo. Porque me gane? ese dinero y no siento culpa al gastarlo. Pero si dejara de contribuir econo?micamente, no quiero tener que justificarle cada compra a mi esposa. En la investigacio?n de Chelsey se descubrio? que ?algunos hombres sienten que no pueden gastar como antes. De hecho, por esa razo?n, varios de ellos teni?an trabajos de medio tiempo?, afirma.
4. La gente se preocupa al ver hombres cerca de los nin?os
Obvio, confi?as en tu esposo para dejarle a tus hijos... pero ¿mirari?as con desconfianza a un amo de casa en el parque? Uno de los encuestados, Jaime, 41, dijo que muchas de las mama?s lo vei?an como un posible predador en el parque. Los otros amos de casa con quienes hable? dijeron que eventualmente las mama?s se acostumbraron a verlos.
5. Definitivamente el sexo cambiara?
Aqui? es donde los amos de casa dicen que el cambio tradicional de roles de ge?nero se vuelve bastante deprimente. Puede ser difi?cil tener un apetito sexual despue?s de pasar 12 horas en el tele?fono con la compan?i?a de cable, lavando ropa, preparando la comida, cambiando papeles, haciendo el su?per, ir al banco... Y u?nicamente con pequen?os descansos.
Como uno de los papa?s me dijo, Braulio, 44: ?Hay ocasiones que no puedo esperar para que llegue la hora en que los nin?os se encuentren en la cama y al fin puedo dormir?. Esto vari?a de acuerdo con la pareja. Una investigacio?n de 2015 de la Universidad de Alberta, en Edmonton, Canada?, sugiere que los hombres que ayudan con los quehaceres tienen ma?s sexo. Me gusta pensar que mi esposa estari?a tan emocionada de verme con un delantal que no se podri?a resistir a la accio?n. Entiendo que la situacio?n es complicada, pero despue?s de hablar con hombres a quienes les funciona este me?todo, veo ma?s aspectos positivos que negativos.
Chicas, tienen la libertad de ser tan ambiciosas como quieran en el trabajo, sabiendo que cada vez hay ma?s hombres como yo que somos muy afortunados de tenerlas a nuestro lado y que felizmente nos encargari?amos de la casa mientras ustedes trabajan. ¿Otro beneficio? Si tenemos hijos, se convertiri?an en mi trabajo, y podri?a dejar que e?ste me definiera. Esto es el futuro. Ace?ptalo. Estare? en el sillo?n por si me necesitan.