¿Qué pasa cuando todas tus decisiones son cuestionadas por ese ser angelical?
Gemma Cánovas, psicóloga clínica, psicoanalista y autora del libro El oficio de ser madre, explica que en el fondo, “muchos choques entre mamá e hija tienen un componente psicológico y social, porque la madre ve reflejado en la hija su propio ideal”.
Tus sueños, tus metas, tus anhelos... Todo es cuestionado e incluso, criticado por la autora de tus días. Es como si nada de lo que haces, piensas o dices le pareciera. Eso te genera un sentimiento de frustración, pero, a la larga, puede convertirse en una relación de amor y odio. Si te sientes identificada con esta descripción, es hora de que cortes el cordón umbilical.
“No acepta a ninguno de mis galanes”
¡De los clásicos de las mamás! Éste es un tema complicado porque te encuentras entre la espada y la pared. Este tipo de situaciones resultan bastante complicadas porque nos cuesta trabajo aceptar que dos personas a las que amamos no se lleven bien. Lo que menos debes hacer es enloquecer y sí encaminar tu energía para entender que el conflicto no es tuyo, sino de ellos.
¿Qué hacer?: lo primero es hablar con ellos por separado y hacerlos comprender que esta situación te incomoda y que lo mínimo que pides es que ambos se traten con respeto. Específicamente a tu mamá hazle ver que seguramente cometerás muchos errores a la hora de elegir a tus galanes, pero que es un proceso que tienes que pasar para que en algún punto, puedas encontrar al indicado.
“No me deja estudiar lo que yo quiero”
De pronto es complicado lograr que los padres comprendan que tú tienes tus propios ideales y que no siempre coincidirán con los de ellos. Tal vez tu mamá te ve más aptitudes para ciertas carreras, pero si tu sueño va por otro lado, tendrá que entenderlo.
¿Qué hacer?: explícale que para estudiar y dedicarte a ello gran parte de tu vida, debe ser una profesión que realmente te apasione, ames y te haga feliz... Aunque no ganes el dinero que ella esperaría. Que comprenda que estudiarás sin motivación algo que no te gusta y que simplemente no te ves haciendo nada más por el resto de tus días sólo para darle gusto a ella.
“No quiere que me vaya a vivir sola”
Cada día sientes más la necesidad de tener tu espacio y ser la dueña absoluta de tu vida. Ya eres económicamente independiente y has tomado la decisión de irte de la casa de tu mamá. Pero apenas se lo compartes y la bomba explota. Las madres siempre nos van a ver como sus pequeñas princesas, pero el momento de volar del nido ha llegado y tiene que comprender que ya eres responsable de ti misma y de tu vida.
¿Qué hacer?: explícale que ya necesitas un lugar propio, que quieres ser independiente, valerte por ti misma y probarte que eres responsable. Que tienes la ilusión de amueblar tu espacio a tu gusto, hacerte de comer e incluso, lavar tu ropa. Ella al final entenderá que quieres vivir este momento y seguramente hasta te ayudará a decorar tu depa.
“No soporta a mis amigos”
“Son unos vagos”, “son unos inútiles”, “su amistad te está cambiando”, “sólo te utilizan”... Frases clásicas que quizá te recuerdan a tu mamá. Si estás en esta situación, tienes que entender que probablemente es porque quiere protegerte. La situación es muy incómoda porque tus amigos son con los que sales, compartes momentos, risas, secretos, y tu mamá...Pues es tu mamá.
¿Qué hacer?: sabemos que tus amigos son tu máximo y que con ellos compartes momentos increíbles, pero en este caso, sé imparcial y piensa que probablemente ella busca protegerte de amistades que, a su juicio, no son las mejores para ti. Analiza lo que te dice, y si aun así consideras que no tiene razón, platiquen las dos al respecto. Te aseguramos que aprenderá a entenderte.
