Vuelve al presente y comienza a disfrutarlo, ¡es hora de dedicarte tiempo a ti misma!
Al ser mujeres independientes, nuestra vida es intensa, interesante y dinámica. Nos encanta saltar en ese ir y venir de situaciones, responsabilidades y retos, pero llega un momento en el que nos perdemos en ese movimiento y se nos olvida disfrutar lo único seguro que tenemos: el hoy. Lo que debemos recordar en ese planear a futuro, es que el momento presente no se nos escape de las manos.
1. Respira: suena muy obvio, tenemos que respirar para vivir, sin embargo, lo hacemos de manera inconsciente. Si cierras tus ojos y te detienes a respirar profundamente por unos cuantos minutos, sentirás tu fuerza y cambiará tu día de manera radical.
2. Abraza a alguien: el contacto físico con otra persona nos llena el alma, nos reconforta, nos permite saber que, aunque somos independientes, no estamos solas en este camino. No olvides que expresar emociones nos llena de satisfacción.
3. Date un baño: puede ser en la regadera o con sales aromáticas en la tina, durar ahí unos cuantos minutos o una hora, y con el agua caliente, vas a relajar cada célula, quitándote de encima todos esos problemas diarios.
4. Siéntate en el parque: deja que los rayos del sol te llenen de energía mientras ves pasar a la gente, imaginando cómo serán sus vidas y olvidándote por unos instantes de tu mundo, deja volar la imaginación...
5. Pon música y baila sola en tu casa: donde quieras, en la sala, en tu cuarto, incluso en la cocina. Deja que tu cuerpo decida los movimientos y salga todo el estrés. ¡Es divertido y eficaz!
6. Ríe: puedes empezar con una sonrisa forzada (no pasa nada); mientras más lo hagas, más natural va a salir. Ve una serie de comedia o acuérdate de un buen chiste o anécdota; reír en voz alta es terapéutico. La risa hará que te sientas viva, ya lo verás.
7. Escribe cómo te sientes: escribir libera emociones que puedan estar atoradas sin ni siquiera imaginarlo; permite que la pluma fluya y deja salir sin pensar todo lo que tengas dentro.
8. Sal a caminar: sin un rumbo fijo, camina por el gusto de moverte, de relajar tu mente, de despejar ideas. Quién sabe, igual y se cruza algo interesante en tu camino...
9. Canta tu canción favorita a todo pulmón: no hay público, eres SÓLO TÚ disfrutando (cuando yo canto, los perros aúllan, pero eso sí, al terminar, me siento liberada y muy feliz).
10. Toma una clase de kick boxing: o cualquier ejercicio físico donde segregues endorfinas, esa hormona que automáticamente y de manera natural, nos hace sentir increíble.
11. Ve una película romántica: siempre, siempre funciona... Trasladar nuestros pensamientos a la historia de amor de alguien más, nos deja una sonrisa auténtica.
12. Lee esa novela que lleva tiempo en tu mesa de noche: leer nos despeja, nos distrae y el hámster que tenemos corriendo sin parar en nuestra mente se relaja.
13. Regálate un masaje: consentirnos nos cae de maravilla, relajas los músculos, el cuerpo suelta la tensión y, en ese instante, las piezas del rompecabezas encajan sin esfuerzo. Acuérdate: ¡te lo mereces!
