Le pedimos a lectoras, que viven fuera del país, escribir una carta para su mamá. Y esto fue lo que pasó...

Le pedimos a lectoras

Le pedimos a nuestras lectoras, que viven fuera del país, escribir una carta para su mamá

Mamá...

...En estos dos años que llevo viviendo en São Paulo he tomado conciencia de lo valiosa que eres para mí. Extraño una buena charla contigo, reír, caminar y la comida deliciosa que haces con tanto cariño.

A tu lado me siento muy protegida y consentida, pues siempre estás al pendiente de mí y de lo que necesito. Vivir alejada de ti ha sido una dura experiencia, pero también me ha hecho crecer mucho, ya que he aprendido a ser más valiente y a confiar en la vida. Al final sé que de alguna u otra manera en todo momento estás a mi lado, pues los miles de kilómetros que ahora físicamente nos separan no son nada comparado con nuestro grande e inmenso amor.

Gracias te doy por darme la vida, por amarme y cuidarme. Te ama tu hija.

Edith

São Paulo,

¡Hola, mamá!

Estar al otro lado del Atlántico no ha sido nada fácil, vivir en Francia debe sonar como un sueño? y sí, algunos días lo son; sin embargo, algunos otros se parecen más a una efímera pesadilla; y no porque me pasen cosas malas, sino porque simplemente me falta mi mejor amiga, mi confidente, mi apoyo, mi cómplice... en una simple palabra: tú.

Las palabras en esta pequeña carta nunca serán suficientes para expresar todo lo que siento, pero al menos quiero agradecerte por ser el maravilloso modelo a seguir que has sido hasta hoy. Hay días en los que despierto y quisiera sólo estar en casa para escuchar tu voz y la de mi papá renegando porque el gato ha rasguñado los muebles, o ver cómo te enojas porque no me quiero poner esa mascarilla casera que has preparado para mí.

Sí, algo tan simple como eso me hace mucha falta, pero al mismo tiempo pensar en ustedes me motiva a seguir adelante, pensar sobre todo en el gran esfuerzo y sacrificio que hiciste para ayudarme a estar en donde estoy, pensar en cuantas veces soñamos juntas que yo viviera en París y pensar que ahora estoy aquí. ¡Lo he logrado mamá!, pero claro está que no lo hubiera hecho sin ti, sin tu apoyo incondicional.

Gracias por haberme traído a este mundo; gracias por haber educado, junto con papá, a tres maravillosos hijos; gracias por nunca rendirte; gracias por contagiarme de ese positivismo como sólo tú sabes hacerlo; gracias, incluso, por todos esos chanclazos y gritos, que hoy entiendo me hicieron mejor persona; por todo eso y mucho
más... gracias.

Te admiro tanto y ojalá algún día logre llegar a ser, siquiera, la mitad de la maravillosa mujer que eres. ¡Te mereces tanto, muchísimo más de lo que yo pudiera llegar a darte!

Feliz Día de las Madres, te amo con todo mi corazón y, aun que no estemos juntas para celebrarte en tu día, el destino nos reunirá pronto para poder comer juntas todas las crèmes brûlées que queramos.

Tu hija que te ama...
Nadia
París, Francia, mayo de 2018

Si quieres leer más historias, ve por nuestra edición impresa con Kaley Cuoco en portada. ¡A la venta YA!

También te puede gustar: