En un mundo donde todo va a mil por hora no es de sorprender que muchas personas sientan que su vida sexual no solo ha pasado a segundo plano, también es algo que hacen más por inercia que por interés de conectar con su pareja. Afortunadamente, hay una tendencia que cada vez toma más fuerza, especialmente entre mujeres que buscan reconectar con su cuerpo y su deseo, el slow sex.
¿Qué es el slow sex y por qué puede mejorar tu intimidad, tu placer y tu conexión emocional?
Esta práctica no es una técnica complicada ni algo mega espiritual que necesita de mil y un cosas para intentarlo. El slow sex es simplemente una manera de vivir los encuentros íntimos desde la premisa de crear una conexión profunda. Es elegir ir más despacio, no para durar más, sino para estar más presente.
Beneficios del slow sex
Cada cuerpo es distinto, pero muchas mujeres que lo han intentado coinciden en que:
• Los orgasmos se sienten más intensos y menos forzados
• Aumenta la conexión emocional con la pareja
• Hay menos ansiedad o presión sexual
• Se descubre más del cuerpo y sus zonas erógenas
• El sexo se vuelve más sensual, íntimo y emocional
A grandes rasgos el slow sex no se trata de hacer más sino de sentir mejor. De conectar desde otro lugar, de escuchar a tu cuerpo y al de la otra persona. No hay presión, solo curiosidad, presencia y placer sin exigencias.