Cuando se trata de padecimientos de la piel, rara vez se habla de la psoriasis y cómo puede llegar a afectar otros rubros de tu vida. Pero antes de hablar de esta conexión poco hablada, entendemos que la psoriasis no es “solo un problema de piel”, es una condición inflamatoria crónica que puede aparecer en forma de placas rojas, descamación o manchas en diferentes zonas del cuerpo. Aunque no es contagiosa, su impacto puede ir mucho más allá de lo físico, también puede influir en tu vida emocional, tu autoestima e incluso tu vida sexual.
¿Cómo afecta la psoriasis tu vida sexual?
Para muchas mujeres, la idea de enseñar su piel durante un momento íntimo puede generar mucha ansiedad e incluso llevarlas a sentir rechazo a la idea de hacer el amor. Ya que la psoriasis puede aparecer en lugares como brazos, piernas o cuero cabelludo, pero también en áreas más delicadas, como la zona íntima, lo que puede volver más incómoda la intimidad.
El impacto emocional
Tener psoriasis no solo es lidiar con síntomas físicos como comezón o ardor, también puede puede traer consigo inseguridades con la apariencia, miedo al rechazo o incluso evitar ciertas posiciones sexuales por dolor o incomodidad.
Desafortunadamente esto puede puede generar un círculo vicioso en el que la ansiedad empeora la experiencia sexual y el estrés puede, de esto puede agravar los brotes. Además, la psoriasis a veces viene acompañada de otras condiciones como la artritis psoriásica o depresión, lo que puede hacer más incómodo el tener una vida sexual activa.
Cómo cuidar tu piel y tu intimidad
Dejando de lado lo negativo, la buena noticia es que la psoriasis es algo que con los cuidados adecuados, puedes manejar. Si notas síntomas en el área genital, lo mejor es hablar abiertamente con tu dermatólogo o ginecólogo para encontrar un tratamiento que reduzca la inflamación y alivie el malestar.
Además, la comunicación en pareja es clave, desde explicar lo que sientes a decir lo que te incomoda puede hacer una gran diferencia. También es importante tener presente el cuidado óptimo de tu salud emocional, ya sea con terapia, meditación o grupos de apoyo puedes ayudarte a ganar seguridad y disfrutar plenamente de tu vida sexual.
Al final del día, la psoriasis no tiene por qué ponerle un alto a tu vida íntima. Con el tratamiento adecuado, autocuidado y una buena comunicación, es posible recuperar la confianza, explorar tu sexualidad y sentirte cómoda en tu piel, literalmente.