No todo es miel sobre hojuelas.
Tal vez una de las pruebas más grandes que tiene que enfrentar una relación, es compartir una cama sin morir en el intento.
Aunque esto parece muy fácil, después de las primeras 5 veces, te das cuenta realmente de la situación.
Por eso aquí te decimos las 15 cosas que entenderás sólo cuando duermas con tu galán oficialmente:
1. No vamos a cucharear toda la noche.
Dormir abrazados toda la noche sólo pasa en las películas. Nadie se siente cómoda cuchareando más de 15 minutos. Cada uno necesita su espacio durante la noche y no significa que no se amen si no despiertan abrazados.
2. Todos tienen un lado de la cama.
Tal vez cuando dormías sola no te dabas cuenta, pero cuando duermes con alguien siempre hay un lado que sientes más como tuyo. Un lado donde siente más cómoda la cama y que no quieres cambiarlo con nadie.
Por eso, cuando comienzas a dormir con tu galán, escoger un lado es fundamental.
3. ¡Los cojines decorativos no son para dormir!
Tardaste años encontrar los cojines perfectos como para deformarlos usándolos para dormir. Ellos no entienden eso, y no tienen problema usarlos como almohada.
4. Ellos también sueltan pelo.
Sí, y más pequeños, por lo que es más difícil eliminarlos de tu cama. Podrás encontrar muchos pelitos cortos en tu cama a la hora de despertar, es simplemente maravilloso (sarcasmo).
5. Sabemos qué quieres decir cuando «accidentalmente» sentimos tu erección.
Sí, cucharearnos cuando su amigo está despierto no es accidente ni casualidad.
6. Pelear por las cobijas.
Hay muchas para los dos. Sin embargo, siempre habrá alguna que quiera más.
7. Nadie ama los ronquidos.
Existen mujeres que roncan. Sin embargo, es un problema más común del sexo masculino, y dormir con alguien roncando no es nada agradable.
8. Las sábanas son para taparse.
No para dormir arriba de ellas. Es horrible y súper incómodo cuando está bajo las cobijas y el otro no.
9. Aliento mañanero.
Nadie lo ama ni lo disfruta, pero si tienen la confianza de compartir la cama, también tienen la confianza de besarse con aliento mañanero al despertar.
10. Todos aman estirarse en la cama.
Pero por educación hay que evitar hacerlo. A nadie le gusta una estrella de mar ocupando toda la cama.
11. Exceso de calor.
En normal que la temperatura del cuerpo se eleve durante la noche, por lo que definitivamente no es una grosería si cada uno quiere un poco de espacio al dormir.
12. A la hora de despertar.
Si alguno de los dos se tiene que despertar antes, es necesario que lo haga de la manera más delicada posible por respeto al otro.
13. Compartir la cama no significa sexo 24/7.
Sí, muchas veces tendrán sexo, pero otras sólo querrán llegar a dormir a un lado del otro sin ningún sentido sexual.
14. Tu almohada, mi almohada.
Cada uno tiene su almohada, ¡no me quites la mia!
15. Invasión de espacios.
Si alguno de los dos excede su espacio de la cama, es totalmente valido si el otro te empuja durante la noche para ganar territorio.
NOTA ORIGINAL: COSMOPOLITAN
