¿Por qué disminuye la intensidad de los orgasmos?

Descubre por qué los orgasmos pueden perder intensidad con el tiempo y qué hacer para recuperar el placer sexual

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¿Por qué disminuye la intensidad de los orgasmos?

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Tal vez hace un tiempo tus orgasmos eran más intensos, más profundos o más fáciles de alcanzar, y ahora algo se siente diferente. Esa chispa que antes te recorría todo el cuerpo tal vez se ha vuelto más suave, más breve, o incluso apenas perceptible. Esta experiencia es más común de lo que crees y tiene múltiples causas posibles.

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Aunque estas técnicas no son una solución mágica, sin duda van a llevar tu placer a otro nivel

Uno de los factores más comunes son los cambios hormonales. Aunque normalmente creemos que la disminución de los orgasmos por causas hormonales llegan hasta la menopausia, lo cierto es que desde los 20 ya pueden empezar a percibir cambios sutiles en los niveles de estrógeno. Esta hormona influye directamente en tu deseo y en cómo se siente el orgasmo. Cuando empiezan a bajar, la respuesta sexual puede ser menos intensa.

La salud física también juega un papel clave. Condiciones como la diabetes, los problemas de tiroides o incluso ciertos medicamentos (como algunos antidepresivos o anticonceptivos hormonales) pueden alterar la sensibilidad y hacer que el orgasmo se sienta menos intenso o más difícil de alcanzar. No es que estés haciendo algo mal, es simplemente que tu cuerpo está respondiendo distinto.

También están los factores emocionales, que muchas veces pesan más de lo que imaginamos. El estrés, la ansiedad, una temporada difícil o incluso dinámicas no resueltas en la pareja pueden afectar la forma en la que vives tu sexualidad. Si no te sientes conectada emocionalmente, si hay tensiones o si simplemente no estás relajada, es normal que tu cuerpo no responda como antes.

Entonces, ¿qué puedes hacer si sientes que tus orgasmos ya no son como antes? Lo primero es no ignorarlo ni resignarte. Hablar con un doctor puede ayudarte a descartar causas físicas, ajustar medicamentos o explorar tratamientos si los necesitas.

También puedes considerar la terapia sexual, en especial si sientes que el problema está más relacionado con lo emocional o con la relación de pareja. Y por supuesto, nunca subestimes el poder de una buena plática, hablar abierta y honestamente con tu pareja sobre cómo te sientes puede ser liberador y muy útil para reconectar.