¿Alguna vez te has preguntado para qué sirve gemir mientras tienes sexo con tu pareja? La respuesta te motivará a hacerlo constantemente.
Son sexys, son atrevidos... ¿y son un vehículo perfecto para llegar al orgasmo?. Es bien conocido que los gemidos pueden ser el ingrediente extra perfecto para darle sabor a tus encuentros sexuales, pero no todos son conscientes que estos “ruiditos” también ayudan a potenciar las relaciones y acercarte a un clímax perfecto. Aquí te contamos para qué sirve gemir en el sexo.
¿Qué son los gemidos?
Hay cosas que no es necesario describir por completo, los gemidos son una de ellas. De hecho, ni siquiera el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española tiene una definición específica para “gemir”.
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En su breve entrada, la casa lingüística los apunta como sonidos que expresan dolor, pena o placer sexual. Nosotras nos quedaremos con la palabra clave “expresar”. Los gemidos son una muestra clara de que una persona está sintiendo algo y varían según la intensidad de sus emociones. Por ejemplo, una persona puede emitir un leve gemido cuando se golpea, un ruido imperceptible cuando ve algo que le apena o casi gritar cuando siente un inmenso gusto. Seguramente te has dado cuenta que cuando te la estás pasando muy bien con tu pareja –o sola, porque la masturbación también puede ser un acto destacable- sueltas esos ruidos de placer espontáneos y casi inconscientes.
¿Para qué sirve gemir durante el sexo?
Si bien no es algo que se limite al sexo femenino, somos las mujeres las que más ruidos hacemos cuando tenemos sexo. Esto podría ayudar a ‘prender’ más a tu pareja; motivarlo, emocionarlo o excitarlo lo suficiente para que le ‘eche más ganas’ y te de una experiencia completamente satisfactoria.
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Sin embargo, ese no es el único beneficio que brindan los gemidos. De acuerdo con estudios, gemir ayuda a las personas a conectarse con sus receptores de placer y encenderlos por completo. Una vez que te dejes llevar por la situación, los gemidos saldrán naturalmente y te llevarán a otro nivel de satisfacción.
Incluso hay quienes afirman que gemir constantemente permite llegar al orgasmo más rápido y con una sensación de mayor placer, ya que los ruidos también pueden liberar tensión acumulada. Así que, no tengas miedo si de la nada emites un gemido la próxima vez que tengas sexo con tu pareja, quizá ese sea el primer paso para convertir tu noche en algo memorable.
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