Convierte su espalda en la protagonista para hacerlo sentir en el País de las Maravillas
Primer paso: Ponlo en mood súper relax
- Pídele que se sienta en el borde de la cama, sin camisa, o de preferencia desnudo. Siéntate detrás de él con las piernas a cada lado de sus muslos.
- Acerca tu nariz a su nuca y respira suavemente. Permite que sienta tu aliento y, después, sopla ligeramente para diferenciar temperaturas. Procura que tus pechos rocen su espalda al aproximarte.
- Coloca ambos dedos pulgares unidos en su nuca y presiona ligeramente. Deslízalos hacia abajo, sintiendo cada protuberancia de su columna. Separa los dedos y llévalos a cada uno de los huesos de sus hombros.
Segundo paso: Haz que sienta que eres toda una profesional
- Recuéstalo (boca abajo) y móntate en su cintura. Coloca las palmas de tus manos abiertas como estrellas en cada uno de sus omóplatos. Empuja ligeramente usando tu propio peso, recargándote.
- Comienza a mover todos tus dedos en círculos. Acerca tu cara y “acaricia” con tu lengua, igualmente en círculos en cada omóplato. Besa y succiona. El resultado será espectacular.
Tercer paso: Llévalo al cielo
- Partiendo del paso anterior, viajarás hasta su coxis en un sólo pero efectivo movimiento.
- Une de nuevo tus manos, con los pulgares pegados en su columna debajo de los omóplatos.
- En una línea firme y continua, llega hasta su coxis y baja un poco, hasta donde empieza su trasero.
Dos tips para que cierres con broche de oro:
1. Pídele que respire profundo, coloca las manos en su cintura y siente el movimiento de sus inhalaciones. Acaricia, cosquillea toda la espalda y observa cómo se le hace la piel de gallina.
2. Viaja hasta las brazos, sigue hasta las axilas, recorre todas las vértebras con ambos pulgares a cada lado de la columna y regresa al inicio. ¡Le encantará!