No solo se trata de verte todos los días, sino también de amor y aceptación... Y bueno ¡también de lo anterior!
1. Un sentido de estabilidad. La vida de soltero es confusa, horripilante, y te obliga a conocer personas nuevas constantemente. Es agotador. Salir con alguien a largo plazo es agradable y seguro, es como dormir dentro de una incubadora de relaciones.
2. Poder disfrutar de los bares. Lo decimos derecho, cuando eres soltero los bares parecen aterradoras junglas de constante presión social. En donde se espera que salgas, te emborraches e intentes hablar con alguna mujer, mientras haces el ridículo. Cuando estás en una relación estable, puedes quedarte en un lugar y ver a tus amigos solteros quedando como idiotas.
3. Acurrucarse. La gente puede hacer todas las bromas que quieran acerca de que las parejas en una relación duradera o casadas no tienen sexo. Pero, primero, están equivocados y, segundo, acurrucarse es lo mejor.
4. Tener a alguien que legítimamente te apoya en tu vida. Puedes tener amigos terribles y una familia distanciada, pero cuando estás con alguien con quien llevas un largo recorrido, sabes que es porque se preocupa mucho por ti. Se siente bien tener a alguien dispuesto a respaldar tus sueños de ser caricaturista, y no hacerte sentir ridículo por haber renunciado a tu trabajo.
5. No tener que preocuparse por cómo te comportas. Es estresante tener una cita, porque siempre sientes que tienes que ser tú mismo al 110 por ciento. En una relación larga, puedes hacer payasadas y te querrán aún más.
6. Tener alguien a quien acudir. También que alguien este ahí para llamar a una ambulancia, en caso de que te caigas en la regadera.
7. Combinar súper poderes domésticos. Entre los dos, pueden cocinar, limpiar, lavar la ropa y arreglar cosas de la casa. Es como si fueras una persona completamente formada. Por lo menos, mientras que alguno de los dos no le tenga miedo a las arañas.
8. Siempre tener pareja para eventos. Hay cosas mucho peores que tener que encontrar una cita para una boda, pero es bueno saber que no le tendrás que preguntar a la chica con la que estás saliendo casualmente, que conozca a toda tu familia.
9. No sentir la presión de encontrar a alguien en tus veintes tardíos. Tu abuela finalmente te dejará en paz.
10. Dividir la renta con alguien. ¿Sabes que es mejor que vivir solo? Vivir con alguien con quien te puedes acostar, y gastar la otra mitad del dinero de la renta en videojuegos.
11. No tener que rasurarte seguido. Rasurarte los testículos es aterrador, estar con alguien que aceptará tus testículos por lo que son, es maravilloso.
12. Tener un consejo de una mujer que no sea tu mamá. Hay algunas cosas que necesitas escuchar de una mujer (consejos sobre cómo lidiar con tu jefa, vaginas, cómo funcionan los anticonceptivos), y es agradable tener esa perspectiva de alguien más que de la mujer que te crió, que piensa que eres perfecto y virgen.
+NOTAS:
