Durante años, a muchas de nosotras nos hicieron creer que el orgasmo debía venir automáticamente con la penetración. Pero con el tiempo (y mucha autoexploración) entendimos que no es así. Más allá de preferencias, es algo que la ciencia ha confirma y la realidad es que el clítoris es el verdadero protagonista del placer femenino.
Con más de 8,000 terminaciones nerviosas, el clítoris está diseñado para dar placer. Sin embargo, muchas posiciones sexuales no lo estimulan directamente. Por eso es tan importante encontrar posiciones que lo tengan como protagonista.
Las mejores posiciones sexuales para estimular el clítoris
Misionero con presión pélvica
Aunque el misionero clásico no siempre estimula el clítoris, una pequeña variación lo cambia todo. Si tu pareja se inclina ligeramente hacia adelante durante la penetración y tú levantas un poco las caderas (puedes ayudarte con una almohada), la base del pene o la pelvis hace contacto con el clítoris.
Cowgirl
Te da control total del ritmo, ángulo y contacto. Puedes inclinarte hacia adelante, para mantener el clítoris en contacto constante o incluso usar un juguete para estimularlo al mismo tiempo. Es ideal si te gusta combinar penetración con estimulación externa.
De cucharita
En esta posición, tú y tu pareja están acostados de lado uno detrás del otro. La penetración es más suave, pero lo mejor es que tienes acceso libre al clítoris, ya sea para tocarte a ti misma, usar un vibrador o pedirle a tu pareja que lo haga mientras se mueven juntos.
Posición loto
En esta posición estas sentados frente a frente, con tus piernas alrededor de su cintura, lo que ayuda a tener una conexión súper intensa, tanto emocional como física. El roce entre los cuerpos permite estimular el clítoris con cada movimiento, incluso sin tanta penetración profunda.
Uso de juguetes + penetración
No es una posición como tal, pero muchas mujeres encuentran que complementar cualquier posición con un vibrador o estimulador de clítoris hace una gran diferencia. Puedes usarlo tú misma durante el sexo o invitar a tu pareja a incluirlo en sus encuentros íntimos.
Al final del día tampoco se trata de memorizar un manual de posiciones, sino de darte la oportunidad de prestar atención a cómo responde tu cuerpo. El placer no debe sentirse como una expectativa a cumplir llena de presiones, sino como un camino para conocerte mejor. Y si el clítoris es tu centro de placer, entonces merece toda tu atención.