Seguramente lo has visto en las películas, o puede que te haya llegado el pensamiento intrusivo de tener sexo con tu pareja después de una pelea, que por muy acalorada, puede que también encendiera la parte más pasional de ambos.
Pero rara vez lo que vemos en las pelis o incluso en porno se asemeja en lo más mínimo a la realidad de la intimidad en pareja. Aunque esta iniciativa puede parecer hasta tóxica, la ciencia tiene sus puntos a favor del famoso make up sex.
Make-up sex: ¿por qué el sexo después de una discusión se siente tan intenso?
Según Psychology Today, cuando tenemos una discusión fuerte, nuestro cuerpo libera adrenalina, dopamina y cortisol, tres sustancias químicas que juntas pueden activar nuestras emociones al máximo. Esa sobreestimulación se puede transformar fácilmente en deseo sexual. Básicamente, estamos tan emocionalmente cargadas, que el sexo se siente más vivo, más real y mucho más intenso.
Pero el asunto va más allá de lo físico. De acuerdo con Advanced Psychology Partners, el make-up sex puede hacernos sentir que todo se resolvió, aunque en realidad solo estamos evadiendo de cierta manera el conflicto. El contacto íntimo puede darnos una ilusión de cercanía, sin haber hablado realmente de lo que pasó.
Entonces ¿es algo bueno o malo?
Como mucho en esta vida, no hay una respuesta que aplique para todas por igual. Pero aquí te dejamos algunos puntos clave para identificar si puede llegar a ser algo saludable:
• Viene acompañado de una plática sincera, antes o después del acto.
• Se da como una forma mutua de reconectar emocionalmente, sin presiones ni manipulación.
• Ambos están de acuerdo y se sienten seguros y escuchados.
Pero puede ser un problema cuando:
• Se usa como forma de evitar hablar de lo que dolió.
• Se convierte en un patrón donde se pelean, tienen sexo, y nada se resuelve.
• Uno de los dos se siente presionado a “cerrar” la discusión con intimidad.
Aunque el sexo después de una pelea puede ser exitante, es valido que también llegue a ser confuso. Recuerda, si viene acompañado de empatía, escucha y acuerdos reales, puede ser un puente hacia una mejor comunicación. Pero si es la única forma en la que logran sentirse cerca, tal vez sea momento de cuestionarse qué está pasando realmente.
