Estos datos te serán de mucha ayuda para retomar esa actitud aventurera y disfrutar al 100%
1. Tu cuerpo es perfecto. No dudes en tu figura, ahora es cuando está mejor que nunca, todo está en su lugar y súper tonificado, ¡aprovecha! No hay nada absolutamente malo de cómo luces, así que no te obsesiones con cualquier detalle. Disfruta el sexo y no te preocupes si se te ve celulitis o tus pompas no están lo suficientemente tonificadas. Tienes un cuerpo joven, así que relájate y pásala bien.
2. La manera en que te besa lo dice todo. Se dice que todo lo que necesitas saber se dice con el primer beso que comparten. ¿Va a ser un amante tímido? ¿Torpe? ¿Agresivo (en el buen sentido)? ¿Demasiado para ti? En serio la manera en que te besa lo dice todo, no va a mejorar. Si te atrae, pero no te gustan sus besos, lo único que debes hacer es permanecer en silencio, y las cosas no van a cambiar mágicamente con el tiempo. Dile (amablemente) lo que te gusta, para que puedas disfrutar.
3. Puedes parar cuando quieras. Si los besos son mágicos y quieren seguir besándose, deben hacerlo. Y si ahí es donde quieres pintar tu raya, dile. Si alguien te presiona para tener sexo y no quieres, no lo hagas. No importa que tan culpable te sientas. Una noche de besos, copas y risas no forzosamente tiene que terminar en sexo. Puede suceder lo mismo en una noche de cena. Si él no piensa eso, entonces no vale la pena.
4. El interés se desvanece. Esto es natural y no necesariamente algo malo, pero llega sorpresivamente. Y le pasa a ambos, hombres y mujeres. Las personas casadas con carreras, siempre culpan a sus hijos o al cansancio, por su desinterés en el sexo, pero es un proceso natural que sucede cuando vas envejeciendo. Así que aprovecha tu entusiasmo, porque después puedes arrepentirte.
5. Es mucho mejor con alguien que amas. No hay nada de malo en tener sexo con alguien con quien no tienes una relación, pero el sexo más dulce (y ardiente) resulta de una conexión entre cuerpos que proviene de una buena comunicación, más comodidad y menos presión por verte bien -sin mencionar las hormonas que se producen cuando estás enamorada-. Nunca vas a querer cambiar las veces que tuviste sexo por diversión, por las que tuviste con el hombre que amas.
