Probablemente se perdió tratando de llegar a tu clítoris y se niega a pedir direcciones...
1. Cambia de táctica justo cuando estás a punto de llegar.
Estás completamente metida en el momento y de pronto empieza a mover su lengua de lado a lado en vez de en forma circular. Prácticamente le ruegas que no pare, pero ya es demasiado tarde. Mientras tanto él te ve con cara de: ¿qué hice?
2. Te dice que él ?no hace eso?.
Lo más seguro es que no tenga idea cómo complacerte ahí abajo y por eso te da esa tonta excusa.
3. Continuamente te pregunta ?¿te está gustando??
¡Por favor! Este no es momento para realizar preguntas.
4. Pregunta: ¿aquí está bien? Cuando apenas está llegando a tu ombligo.
Él no tiene idea de lo que te está haciendo y lo único que esperas es que logre encontrar tu clítoris. Si debes darle indicaciones, hazlo sin miedo...
5. Apresura las cosas.
Se le nota que tiene prisa y que lo único que quiere es llegar a la parte del sexo.
6. No es muy entusiasta.
Como Ralph Waldo dijo: ?Nada grande se ha realizado sin entusiasmo?. Si no está muy metido en ?eso? probablemente es porque esta tratando de entender cómo funcionan las cosas ahí abajo.
7. Te toca raro con sus dedos.
Nunca se siente bien que te picoteen, ¡mucho menos ahí abajo!
8. No se logra acomodar.
No logra ponerse cómodo y se la pasa moviéndose como un pez.
9. Se la pasa preguntando: ¿qué quieres que te haga?
Probablemente te pregunta: ¿cómo te gusta más? Pero te mira ahí abajo con cara de desesperación y rogando por ayuda.
10. Te pregunta que si no prefieres masturbarte.
Ok, masturbarte frente a tu pareja puede ser sexy, pero en estos momentos probablemente él ya se rindió y prefiere que lo hagas tú misma.