?El modo en que tu chico y tú llevan el dinero puede enriquecerlos enormemente o llevarlos a un truene...
Suena fa?cil compartir todo con tu galán y hasta pareceri?a ser una mejora en tu vida, pero es un paso que implica cuidado y responsabilidad.
Muchas de nosotras nunca hablamos de dinero con nuestra pareja. Pensamos que es de mala educacio?n, lo vemos como un tabu? y, al no hacerlo, le quitamos la importancia que tiene.
Pero cuando van a tomar el paso de compartir sueldos ?quiza? porque se van a vivir juntos? es necesario hacerlo de inmediato, antes de que una sencilla operacio?n matema?tica se vuelva una ecuacio?n inentendible. ¿Lista para hacer cuentas con tu chico?
1. SUMAR
Lo primero es tener claro que? estilo de vida llevaban antes de juntar sus ganancias y que? tipo de vida quieren (y pueden) llevar. Uno de los errores ma?s comunes de las parejas es que creen que al ser dos tienen derecho a gastar ma?s. Sean realistas respecto a sus sueldos (¿que? tanta diferencia hay entre ellos?), y de preferencia no cambien de nivel de vida en un principio.
El caso es que ambos tengan un balance y un acuerdo en comu?n, pues si uno de los dos se adapta repentinamente al estilo de vida de otro (si es que son muy diferentes), pueden empezar los problemas y los resentimientos.
2. DIVIDIR
Dividan los gastos fijos (la renta, el Internet) en partes iguales y abran una cuenta mancomunada para pagarlos. Lo ideal es que los dos pongan la misma cantidad, pero si sus sueldos son muy diferentes, la otra opcio?n es que cada quien aporte porcentajes iguales respecto a sus ganancias (30% de tu ingreso es, quiza?s, una cantidad muy diferente a la de e?l).
La ventaja de poner cantidades iguales es que van a evitar todo tipo de guerras de poder (despue?s de un tiempo, el que aporta ma?s siente que tiene derecho a ma?s cosas); la ventaja de poner en porcentajes es que los dos esta?n aportando igual respecto a sus posibilidades.
3. RESTAR
Todos nos permitimos ciertos gustitos, pero si al otro no le parece, llegan los problemas. Sin embargo, es bastante molesto que si te encuentras acostumbrada a gastar, por ejemplo, en zapatos, a e?l no le encante la idea; o que si e?l quiere comprar gadgets, tu? te conviertas en Godzilla.
Lo mejor es que cada quien guarde un porcentaje de su sueldo para sus asuntos personales, pero despue?s de haber aportado al gasto en comu?n. Ambos deben tener claro que esta?n haciendo equipo con el otro, y lo principal es aportar a los gastos que los dos tienen por igual; ya despue?s haz cuentas sobre cua?nto puedes seguir gastando en ti.
Pero no olvides siempre ahorrar para sus gustos personales. De esa manera, no tienes que ?pedir permiso? de utilizar su dinero en comu?n para tus pumps, y e?l no te tiene que dar explicaciones sobre su nuevo equipo de sonido.
Tambie?n pueden mezclar ambos me?todos. Por ejemplo, poner igual cantidad en gastos fijos, y el mismo porcentaje en variables (el su?per, la luz). Sean realistas sobre sus posibilidades y responsabilidades. Si uno de los dos va a aportar en menor cantidad, cuiden que no gaste demasiado en cosas personales.
4. MULTIPLICAR
Es muy importante saber cua?les son las metas econo?micas de tu gala?n y co?mo pretende lograrlas. ¿Co?mo se ven en un futuro?, ¿que? quieren conseguir?, ¿cua?l es su plan? En muchas ocasiones las parejas tienen objetivos tan diferentes en este aspecto que ahi? es donde truenan.
Adema?s de la cuenta mancomunada para los gastos fijos, abran otra en pareja de ahorros para metas a corto plazo (un viaje), a largo plazo (cambiarse de casa) y para emergencias. Uno de los errores ma?s comunes entre parejas que empiezan a compartir gastos es que no son precavidas.
No se les ocurre que alguno pueda perder el trabajo o que pueda haber gastos grandes por alguna enfermedad (tocamos madera).
Asi? que si hacen un pequen?o fondo para imprevistos, no se desbalanceara?n si algo asi? sucede y, si no, estara?n ahorrando para su futuro.
