Considerado durante años como un destilado tradicional exclusivo para hombres, el whisky cuenta ahora con una nueva propuesta rejuvenecida que debes probar.
Porque en gustos se rompen géneros, existe un single malt abierto a todos y a la mixología, que además redefine la manera de servirlo: en cápsulas.
Tal vez te parezca que es demasiado fuerte, pero la realidad es que el whisky escocés ha evolucionado durante siglos con aromas que van desde el aceite y la pimienta hasta lo delicado y floral.
En Speyside, considerada la región más bella del país europeo por sus colinas y bosques de pino, se producen primordialmente aquellos que han pasado de ser fuertes y turbosos a dulces y suaves, como The Glenlivet, de color oro pálido, olor a frutas cítricas y naranja dulce, y sabor cremoso.
Es así que esta destilería, establecida en 1824, encontró la forma de conservar su tradición de romper la tradición, manteniendo su originalidad al hacer cosas diferentes, lo que dio como resultado que en la próxima ocasión que pidas un coctel con whisky, en lugar de un vaso recibas una “perla” la cual tomar con una cuchara, para disfrutar del destilado con otros sabores que exploten en tu boca.
Las tres recetas de coctelería que puedes probar son: “Ool la la”, elaborado con té frío sabor durazno; “Paloma”, hecho con jugo de uva que al mezclar con bitters de naranja genera una explosión más cítrica en tu boca; y “The last king”, la mezcla del jugo de piña y lo cítrico del limón que da una combinación tropical.
Atrévete a disfrutar de algo diferente y sorpréndete con un whisky hecho para ti.
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