5 Pasos infalibles para ser feliz

5 Pasos infalibles para ser feliz

El verdadero bienestar viene de dentro de ti, no de afuera? Por eso te damos las claves perfectas para encontrarlo

La investigadora Sonja Lyubomirsky, doctora en psicología por la Universidad de Stanford y quien lleva años dedicada a estudiar lo que nos hace felices, estuvo en México para participar en el II Foro Internacional de Ciencias de la Felicidad, organizado por la Universidad Tec Milenio. Platicamos con ella y esto es lo que nos dijo.

Con base en tus investigaciones, ¿cuál es la clave para encontrar la felicidad? Es una pregunta muy grande, pero puedo resumir la respuesta en cinco puntos:

1. Relaciones positivas: Pueden ser amigos, familia, hijos o pareja. De hecho, hemos encontrado que muchas mujeres solteras, que no tienen hijos y algunas ni siquiera han tenido pareja, pueden sentirse perfectamente plenas si tienen cercanía emocional con amigos y familia. Incluso las mascotas son importantes para generar una sensación de vínculo.

2. Sentido de control: Es crucial tener la certeza de que tú mandas en el barco de tu vida y que tus decisiones marcan el rumbo de tu día a día.

3. Actitud positiva: No implica que siempre tengas que ser optimista, pero sí que suelas tener una actitud más positiva que negativa ante las cosas que te pasan.

4. Crecimiento personal: Todo lo que hagas por ti misma, por desarrollarte como ser humano, te da una sensación de bienestar. Puede ser aprender algo, hacer cosas que te gustan, enfrentar un reto y superarlo.

5. Dar algo de ti: Ayudar a otros y contribuir a tu comunidad te da un importante sentido de valor personal. Sin duda, hacer felices a otros nos da felicidad. Esto se explica porque los seres humanos necesitamos a los demás, somos animales sociales.

¿Cuáles son tu hábitos cotidianos para ser feliz? Diría que son dos, similares entre sí. El primero es no enfocarme en las cosas pequeñas, tratar de no enojarme ni preocuparme por lo que no vale la pena. Y el otro es que, cuando algo amenaza mi bienestar, me pregunto: "¿Esto va a ser importante en un año?”. A veces la respuesta es “sí, sin duda”, por ejemplo, cuando discuto con mi esposo algo relativo a la educación de nuestros hijos. Pero la mayor parte de las veces, lo que hoy me preocupa o agobia va ser irrelevante en 12 meses. Entonces le resto importancia.

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