Tu energía, ánimo y deseo sexual no son algo lineal, cambia dependiendo de muchos factores y esto es completamente normal. No es que seas inconstante o que algo esté mal contigo. La realidad es que uno de los factores que más influye es tu ciclo menstrual, ya que afecta en cómo te sientes física, emocional y sexualmente, y entender eso puede ayudarte a vivir con más libertad y menos culpa.
Ciclo menstrual y libido: cómo entender tu deseo sexual y energía en cada fase
El ciclo menstrual no solo es un proceso físico, es una montaña rusa de hormonas que va cambiando desde tus ganas de hacer ejercicio, tu apetito y también tus deseos más íntimos. Es por eso que es importante aprender a identificar estas fases y cómo impactan en ti.
Fase menstrual (días 1-8)
Empiezas tu periodo y con él, bajan el estrógeno y la progesterona, lo que puede generar fatiga, sensibilidad, poca motivación y nulo deseo sexual. No es tu culpa si no tienes ganas de nada, ni te sientes sexy: es un momento en el que tu cuerpo necesita descanso.
Fase folicular (días ~6-14)
Conforme va terminando tu sangrado, los niveles de estrógeno comienzan a subir, y eso trae consigo un boost en tu estado de ánimo. Te sientes más ligera, motivada y con más claridad mental. También tiende a aumentar el deseo sexual, así que es un buen momento para reconectar con tu placer y tu cuerpo de forma más activa.
Ovulación (~día 14)
Tu libido puede alcanzar su punto más alto gracias al pico hormonal de estrógeno. Además, se libera la hormona luteinizante, que puede hacerte sentir empoderada, atractiva y con ganas de contacto físico. Esta fase es perfecta para vivir tu sexualidad desde el entusiasmo: ya sea con otra persona o contigo misma.
Fase lútea (días ~15-28)
Después de ovular, llega una caída hormonal y la progesterona se vuelve dominante. Esto puede traer más sensibilidad emocional, irritabilidad y cansancio. Muchas mujeres sienten que su deseo disminuye y su cuerpo les pide calma. Si puedes, prioriza actividades tranquilas, conexión emocional o descanso.
Una herramienta que cada vez gana más popularidad es el cycle syncing, que consiste en adaptar tus rutinas, tus entrenamientos y hasta tu vida sexual al ritmo de tu ciclo. No se trata de seguir reglas, sino de escuchar tu cuerpo, observar tus cambios y adaptarte a ellos.