4 Pesadillas de cualquier primera cita

4 Pesadillas de cualquier primera cita

Echa un vistazo y descubre los temores a los que se enfrentan ellos en esa primer ‘date’

1. Los silencios incómodos.

Todo es ?ja, ja, ja? en Whatsapp y en los mensajes del celular, pero a la hora de estar frente a frente, las cosas cambian; nos aterran esos silencios entre un drink y otro, y si bostezas, peor.

¿Qué hacer?

En una primera cita, básicamente son dos desconocidos, y este tipo de silencios son comunes, pero podrías ayudarlo si previamente en tu smartphone llevas una lista de cosas de qué platicar. ?¿Cuál es tu drink o comida favorita y por qué??, ?la música que te gusta en este momento? y ?el país que te gustaría visitar? son buenos tópicos. Comienza contigo y eso fluirá.

2. El oso de la tarjeta.

Superaron muy bien el tema de la plática, pero al momento de pedir la cuenta, el sistema se cayó o su tarjeta simplemente no pasó, el galán no trae efectivo y no hay aún la confianza para pedirte que pagues. ¡Qué incómodo!

¿Qué hacer?

Nunca salgas sin dinero, menos en una first date, porque todo puede pasar. Así que si rechazan su tarjeta, puedes hacerle un préstamo, pero sólo si lo volverás a ver; puede ser buena excusa para un segundo encuentro. Si no te interesa verlo más, indícale el camino al cajero automático.

3. La parlanchina.

Como hombre, no hay nada peor que salir con una chica que no te deje hablar, que se la pase diciendo cuánto odia a sus amigas, a su ex, a su mamá, a su jefe y la comida del restaurante donde la invitaste. Y que su única risa sea del chiste que ella misma se contó porque sólo ella lo entendió.

¿Qué hacer?

Escucha a tu galán, déjalo que hable un poco. Así sabrás cuáles son sus intenciones y cómo responder. Habla un poco de ti, de tus gustos y pregunta de vez en cuando sobre los suyos. Es tenis, no frontón individual

4. Whatsapp no deja de sonar.

Es terrible que en una cita, el protagonista sea el celular y que suene cada minuto. Bueno, aunque hay algo más molesto: que nuestra chica ponga más atención en su Whatsapp y lea cada conversación que tiene con sus amigas, ría y te las muestre. ¡Mátenme!

¿Qué hacer?

Respeto, ¡por favor! Pon en silencio el teléfono y sólo cuando él se levante al baño o tú lo hagas, echa un vistazo rápido y contesta sólo si es urgente. De lo contrario, olvida las dates y quédate en el sillón de tu casa chateando; tendrás más oportunidades que si lo haces frente a él en el restaurante.