Si estás clavada con un galán que vive lejos ¡no sufras más! Todo tiene solución
Tres mujeres nos dicen cómo le hacen para que sus relaciones funcionen a pesar de las largas distancias extremas. Y pensabas que conducir 45 minutos para ver a tu media naranja era molesto...
Conoces a un chico maravilloso, pero se entera de que en su empresa piensa trasladarlo a... ¡China! Algunos años antes, esta relación a larga distancia extrema (RLDE) habría sido motivo para una ruptura instantánea, pero hoy parecen ser mucho más comunes. La razón es obvia: la economía. Es difícil encontrar un buen trabajo, y cuando se presenta una oportunidad, la gente a menudo la toma... aun cuando signifique alejarte ocho mil kilómetros de tus seres queridos. “Muchas parejas están probando estas relaciones intercontinentales porque herramientas como Facebook, el correo electrónico y Skype hacen que parezca más fácil mantener un noviazgo”, dice el doctor Michael Malmon, psicólogo adjunto de la Metropolitan State University de Denver, quien ha aconsejado a muchas parejas que tienen relaciones a larga distancia. Por supuesto, aun con la mejor tecnología, tener a tu novio tan absurdamente lejos significa que deberán poner un extra para poder seguir juntos. Le pedimos a algunas chicas que se encuentran en una RLDE que nos explicaran cuál es la clave para mantener viva su relación.
El Secreto: Toma notas.
Ubicación de ella: Ciudad Juárez, Chihuahua.
Ubicación de él: Antártida.
“Después de salir ocho meses con mi novio, se fue a trabajar un año como ingeniero en la Antártida. Estábamos enamorados, por lo que un año separados no se veía tan mal. El internet, en la base en la que él se encontraba, era limitado, porque los datos científicos tenían prioridad, así que sólo podíamos comunicarnos por e-mail dos veces a la semana, y platicamos por Skype sólo una vez en todo el año que estuvo allá. Debido a que pasaba tanto tiempo entre cada correo, guardé una lista en mi teléfono de las cosas que quería hablar la próxima vez que nos pusiéramos al día. De esa manera, él no se perdía nada de lo que pasaba en mi vida. También le escribía cartas dos veces al mes, aunque sólo le pude enviar un par porque el correo no le llegaba en temporada de invierno; pero las guardé para cuando regresara. El simple hecho de redactarlas ayudó, porque fue como si estuviera escribiendo un diario para nosotros”. -Marisa R.*
El secreto: Haz que sea divertido
Ubicación de ella: Ciudad de México
Ubicación de él: París, Francia
“Mi prometido, Jorge, y yo llevábamos juntos más de seis años. Él consiguió un buen trabajo en París, y estuvimos viviendo allá un tiempo. Sin embargo, me ofrecieron el puesto soñado de dirigir una galería de arte, y fue cuando tuve que regresar a México. Creo que una de las razones por las que nuestro noviazgo funcionó fue porque mantuvimos una relación divertida. No le escribía mensajes quejándome de mi trabajo como haría si lo tuviera más cerca. En vez de eso, le mandaba fotos de mi nuevo corte de cabello o del minivestido que llevaba puesto, y él me enviaba fotos divertidas de cómo se quedaba dormido en el escritorio. Estos pequeños momentos especiales nos conectaban. Nos ahorramos las grandes conversaciones para cuando estuviéramos juntos, y no mientras la estática nos interrumpiera en el teléfono”. -Leonor B.
El secreto: Programa una cita diaria
Ubicación de ella: Guadalajara, Jalisco
Ubicación de él: Jönköping, Suecia
“Conocí a mi novio sueco, Oscar, cuando vino a estudiar de intercambio a mi escuela en 2008. Desde entonces, vivimos separados la mayor parte del tiempo; él en Suecia y yo en México. Cuando estábamos lejos, hacíamos un esfuerzo por hablar todos los días. Usábamos cualquier espacio libre que tuviéramos para llamar, como cuando iba del trabajo a mi casa y él ya estaba en la cama. El tiempo entre nuestras visitas pasaba mucho más rápido porque hablábamos a diario. Este año, finalmente me mudé a Suecia para estar con él”. -Raquel T.
